La actriz de Disney que destacó fuera de Hollywood tras dar un uso inesperado a su talento

Disney se convirtió en una de las mejores canteras de estrellas de la música. De ahí salieron Miley Cyrus, los Jonas Brothers, Demi Lovato, Selena Gomez, Tini o Hilary Duff, quienes tras destacar en series o películas como Hannah Montana, Camp Rock, Los hechiceros de Waverly Place, Violetta o Lizzie McGuire y dejarnos ver sus dotes musicales, hicieron que el público cayera rendido a su talento.

No obstante, por detrás de estos reconocidos nombres, también hubo intérpretes secundarios a los que no seguimos tanto la pista y que tampoco dudaron en usar la visibilidad de la marca Disney para crecer profesionalmente. Es el caso de Alyson Stoner, la actriz que acompañó a Demi Lovato y a los Jonas Brothers en Camp Rock o a Channing Tatum en Un paso adelante (Step Up) y que, tras su experiencia en pantalla con el canto y el baile, decidió usar su talento para crecer más allá de las posibilidades que le ofrecía Hollywood y huir de una industria en la que estaba sufriendo.

Su salto a la compañía de Mickey Mouse se produjo en 2001, cuando solo tenía ocho años. Fue elegida para copresentar un pequeño segmento comercial de Disney Channel llamado Mike’s Super Short Show, donde junto a otro joven actor llamado Michael Alan Johnson informaba sobre próximos estrenos del estudio, lanzamientos en DVD e incluso realizaba entrevistas a famosos.

Con el tiempo, se dejó caer en otros proyectos televisivos de Disney como Zack y Cody: Gemelos en acción con Dylan y Cole Sprouse o Es tan Raven con Raven-Symoné, además, fuera de la casa del ratón, trabajó en destacadas comedias familiares de los 2000 como Más barato por docena con Steve Martin. No obstante, sus sueños no estaban tanto en la actuación, más bien en el baile y en la música, en lo que Disney también la ayudó a crecer gracias a sus películas musicales.

Ya desde pequeña, Stoner trabajó como bailarina de apoyo en los videoclips de Work It de Missy Elliot, Just Lose It de Eminem, No tengo dinero de Kumbia Kings e incluso actuó junto a Will Smith en los Kids Choice Awards en 2005. Para aprovechar este talento, Disney le dio un papel en Step Up como la hermana pequeña del personaje de Channing Tatum y la convirtió en una de las secundarias estrella de Camp Rock. Además, Alyson Stoner también se fue abriendo paso en la música como cantante y haciendo trabajos de doblaje, lo que hizo que el estudio la eligiera para algunas de sus más importantes series de animación, como Phineas y Ferb.

Siguió al pie del cañón y continuó actuando en las secuelas de Step Up y Camp Rock, sin embargo, se dio cuenta de que Hollywood no satisfacía su pasión por la danza y, en lugar de esperar a que fuera puesta de lado por la industria, decidió apostar por proyectos propios que le aportaran más motivación. Escribió sobre baile para revistas como KEWL Magazine, creó un proyecto audiovisual titulado "The Alyson Stoner Project" con el que buscó mezclar el entretenimiento con el aprendizaje de coreografías y empezó a trabajar en un primer disco de estudio llamado Mirrorball, el cual salió a la venta en 2011.

No obstante, al final acabaría usando su talento artístico de una forma inesperada. Poco a poco, cuando sintió que estaba siendo consumida por la industria, se fue alejando de la meca del cine y poniendo el foco en su salud mental. En 2019, contó a People que el estrés y los cánones inalcanzables de Hollywood le condujeron a trastornos alimentarios y a ingresar en una clínica, lo que hizo que se replanteara toda su vida. "Tenemos personas de todo el mundo que nos perciben como quieren, nos critican, nos comparan y nos enfrentan entre nosotros. No puedo decir que ninguno de nosotros haya pedido esto. A una edad temprana, es difícil cuantificar y comprender todas estas facetas", destacaba.

Después de esta dura experiencia y con el objetivo de luchar frente a situaciones de crisis como la suya, se especializó en trauma clínico en la Universidad John Hopkins de Baltimore y, a través de un proyecto llamado Movement Genious, empezó a crear contenido y clases que ayudaran a las personas a encontrarse a sí mismas y a autoempoderarse.

Como se puede ver en su página web, utiliza sus habilidades con en la danza como método terapéutico, puesto que considera que el movimiento del cuerpo y la música contribuye al bienestar personal. Además, también escribió un libro llamado Mind Body Pride y creó un podcast llamado Simplexity, donde charla con expertos o explica esta forma de usar su talento artístico para ayudar a otras personas y a sí misma.

Y es que nunca ha olvidado su mala experiencia ante la fama y los focos, a la que se vio expuesta desde muy pequeña. De hecho, tiene otro podcast llamado Dear Hollywood donde analiza el lado oscuro del estrellato infantil. A través de su propia historia y otros relatos, busca fomentar planes de acción para cambiar el mundo entretenimiento e inspirar a otros jóvenes a priorizar su salud mental por encima del éxito. Aun así, Alyson Stoner no se ha alejado por completo de su pasado como actriz y estrella Disney.

Sigue actuando en proyectos pequeños de forma muy esporádica y aún trabaja como actriz de doblaje para el emporio de Mickey Mouse. En los últimos años, hemos podido seguir escuchándola en Phineas y Ferb, donde interpreta a Isabella u otros roles esporádicos; o en sagas de videojuegos como Kingdom Hearts, en la que dobla a una de sus protagonistas junto con otras antiguas estrellas infantiles de Hollywood como Haley Joel Osment de El sexto sentido.

Por todo ello, aunque se alejara del foco mediático y su repercusión se quedara lejos que la de otras estrellas Disney como Demi Lovato o Miley Cyrus, podemos decir que logró encontrar el éxito cuidando su salud mental, apartando la fama en favor de su estabilidad y sin dejar de disfrutar de su talento con el baile, la música y la interpretación.

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