El cine debe asumir el destino fatal que forzó sobre Drácula

(Desde la izquierda) Clemens (Corey Hawkins) y Anna (Aisling Franciosi) en Drácula: Mar de sangre, dirigida por André Øvredal (Foto: Rainer Bajo/Amblin Entertainment/© 2023 Amblin Entertainment. All Rights Reserved. Cortesía de Diamond Films)
(Desde la izquierda) Clemens (Corey Hawkins) y Anna (Aisling Franciosi) en Drácula: Mar de sangre, dirigida por André Øvredal (Foto: Rainer Bajo/Amblin Entertainment/© 2023 Amblin Entertainment. All Rights Reserved. Cortesía de Diamond Films)

Con Barbie y Oppenheimer todavía reinando en los cines, la cinta de terror Drácula: Mar de sangre, nueva revisión de la historia de Drácula y su viaje por mar desde Bulgaria hasta Londres, se atrevía a enfrentarse a los titanes cinematográficos del verano y recuperar la fiebre por el terror vampírico en la taquilla. No era tarea complicada, puesto que las cintas de Greta Gerwig y Christopher Nolan ya empiezan a moverse en cifras bajas y el terror es un género que, incluso sin lograr números de récord, siempre suele generar expectación, como bien demostraron Megalodón 2: El gran abismo o Háblame en las últimas semanas. Sin embargo, esta nueva adaptación de la novela de Bram Stoker se ha abocado a un destino fatal.

Con un coste estimado en 45 millones de dólares, Drácula: Mar de sangre solo ha recaudado 6,5 millones en su estreno en la taquilla de Estados Unidos, un descalabro total que, salvo sorpresa en los mercados internacionales, difícilmente va a permitir obtener rentabilidad a este título a cargo del director André Øvredal, responsable de otras aclamadas producciones del género como La autopsia de Jane Doe.

Durante la semana del estreno hemos podido leer a personalidades destacadas del mundo del terror y fantástico alabar esta producción, como el caso de Guillermo del Toro, que la calificó de “magnífica, prodigiosa y salvaje”, o de Stephen King, que sintió que la película “desgarra” y la comparó con “lo mejor de las películas de Hammer de los años 60 y 70”. Sin embargo, ni la crítica ni el público han quedado tan convencidos. En Rotten Tomatoes tiene un 48% de reseñas positivas mientras que en Cinemascore ha obtenido un regular B-, clarificando que los espectadores están saliendo fríos de las salas.

Esto anticipa un descenso pronunciado en próximas semanas, pero también nos hace preguntarnos sobre qué ocurre para que una figura tan icónica del terror como Drácula sea incapaz de generar un mínimo interés para atraer público. Y es que estamos ante el segundo fracaso consecutivo del personaje en menos de año, puesto que el pasado mes de abril también asistimos al batacazo en taquilla de Renfield: Asistente de vampiro, una secuela en clave de comedia del clásico de 1931 con Nicolas Cage como el chupasangres más temido del cine y la literatura.

Además, si echamos la vista atrás, también comprobamos que otras actualizaciones del vampiro, como la que protagonizó Luke Evans en 2014 en clave de aventura épica, se convirtieron en fracasos estrepitosos y generaron cero conversación social.

En el caso de Drácula: Mar de sangre creo que ha entrado en juego una campaña de marketing nefasta que no ha sabido resaltar las virtudes de la película. O al menos la sensación que me han dejado todos sus avances es la de estar ante una producción genérica de terror sin nada que no hayamos visto antes. Pero creo que hay un problema que rodea a Drácula y que Hollywood no está sabiendo ver, y es que es un personaje tan agotado, tan explotado de múltiples maneras a lo largo de los años (muchas de ellas absurdas), que poco más puede dar de sí, sobre todo a la hora de captar la atención del público.

Además de los títulos mencionados antes, alrededor de la última década hemos visto adaptaciones como la serie de 2020 de la BBC y Netflix, otra versión televisiva de 2013 estrenada por NBC, su versión infantil en Hotel Transilvania o la criticada película del maestro del terror Dario Argento en 2012, por no hablar de las infinitas versiones de bajo presupuesto que encontramos con simplemente 'googlear' el nombre del vampiro. Y lo mismo si nos remontamos años atrás, cuando tras el fenómeno que supuso la película de Francis Ford Coppola en 1993 se revivió esta fiebre por el personaje ya explotada en periodos clásicos por estudios como Universal o Hammer.

(Desde la izquierda) Larsen (Martin Furulund) y Nosferatu (Javier Botet) en 'Drácula: Mar de sangre', dirigida por André Øvredal. Photo Credit: Amblin Entertainment; © 2023 Amblin Entertainment. All Rights Reserved. Cortesía de Diamond Films)
(Desde la izquierda) Larsen (Martin Furulund) y Nosferatu (Javier Botet) en 'Drácula: Mar de sangre', dirigida por André Øvredal. Photo Credit: Amblin Entertainment; © 2023 Amblin Entertainment. All Rights Reserved. Cortesía de Diamond Films)

Al final, por mucho que sea un mito potente del mundo del terror, es imposible que Drácula se libre de la etiqueta de “más de lo mismo” y genere expectación, incluso con propuestas rompedoras. Por ejemplo, Renfield, centrada en el asistente del chupasangres, fue una película de la que salí maravillado del cine. Su mezcla de terror gore con ingeniosos puntos de humor en la extravagante relación entre el vampiro y su criado me pareció una experiencia cómica para el recuerdo, sin embargo, pocos le dieron una oportunidad. Y no les culpo, porque por sus avances yo tampoco me libré de pensar que era una comedia tonta que golpeaba de nuevo con el trillado mito de Drácula.

Drácula: Mar de sangre aún no he tenido ocasión de verla, pero, como decía, sus trailers e imágenes me dejan justo la misma sensación, la de otra película genérica sin nada nuevo en el horizonte. Es posible que, como bien señalaban Guillermo del Toro o Stephen King, luego ofrezca ingredientes con los que se convierta en una reivindicable experiencia de terror, pero creo que ni el marketing de la película ha hecho su trabajo ni el personaje se presta ya a generar esa sensación. Y esto es un problema que, si se quiere seguir explotando a Drácula en el futuro, Hollywood va a tener difícil de solventar.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VÍDEO

Nicolas Cage bebió su propia sangre mientras daba vida a Drácula

La película de terror que prometió emociones fuertes y está misteriosamente desaparecida

Uno de los personajes más terroríficos de 'Carrie' tuvo un origen cómico desconcertante

La vuelta a los orígenes de 'Saw X' tendría una clave para el futuro del cine de terror