El lado más humano de 'El Tigre' Azcárraga, el temido dueño de Televisa, que pocos llegaron a conocer

A Emilio Azcárraga Milmo, otrora propietario de Televisa, se le atribuía el apodo de 'El Tigre' por, según dicen, su tendencia a lanzarse con precisión sobre lo que quería y deseaba. Sus empleados también lo llamaban así porque temían enfadarlo y que en un impulso los maltratara y humillara si no cumplían sus expectativas.

Emilio Azcárraga Milmo, el poderoso expresidente del gigante mexicano de medios Grupo Televisa, murió a la edad de 66 años en Miami, EEUU en 1997 (Foto: Reuters).
Emilio Azcárraga Milmo, el poderoso expresidente del gigante mexicano de medios Grupo Televisa, murió a la edad de 66 años en Miami, EEUU en 1997 (Foto: Reuters).

Azcárraga Milmo acumuló en vida un sinfín de historias, muchas de ellas que lo describen como un hombre soberbio que se jactaba de hacer televisión para una sociedad mexicana jodida, temperamental con los empleados que no portaban correctamente el gafete de la empresa, o que a la menor provocación vetaba a actores, actrices o artistas así fueran las estrellas del momento.

Pero es que "al Tigre no le podías fallar, así de fácil, no te perdonaba una (...), se enojaba porque así era su exigencia y es lo mejor que puedas trabajar con gente que exige", lo defiende Juan Dosal, comentarista deportivo, quien llegó a conocer de cerca al fallecido dueño de Televisa y llegó a pedirle un favor muy especial.

Delantero del Club Deportivo Toluca de 1958 a 1971, el General —como era conocido en la cancha— se convirtió en su retiro en uno de los narradores estelares de Televisa en la década de los 1980 y parte de los 90, además de analista deportivo en algunos espacios noticiosos, donde llegó a suplir a periodistas titulares como Guillermo Ochoa (vetado por su entrevista que no agradó al gobierno en 1988) o María Victoria Llamas (quien dejó la televisora por diferencias en el tratamiento de ciertos temas sociales).

Fue en una suplencia cuando Juanito —así lo llamaba el empresario— entendió la estima que Azcárraga Milmo le tenía, pues poco después de que Colombia desistió de realizar el Mundial de 1986, el exfutbolista aseguró en plena transmisión que México era el país idóneo para el evento deportivo. Sus palabras resonaron y pronto fue convocado a las oficinas del jefe.

"'A ver, Juanito, te doy 20 minutos para que me hagas una tarjeta ejecutiva y me expliques perfectamente...'", contó el comentarista en una plática con Jorge van Rankin y Juan Carlos Gabriel de Anda. Según el exjugador, así nació la propuesta que llevó a México a convertirse en la sede del Mundial del 86.

De aquel campeonato en el que la Selección Mexican logró su quinto partido, Argentina y Maradona la Copa y Televisa se hizo de la cobertura, Dosal solo recuerda lo que pasó después y, quizá, lo que selló la lealtad y cariño que le rindió al fallecido dueño de Televisa.

Juan Dosal tiene cuatro hijos y de ellos, Rebeca —quien vivía en Pittsburgh, EEUU— padecía un problema cardiaco por el cual necesitaba un trasplante. Un día, recordó el General en la plática con los conductores, motivado por su preocupación, se presentó en las oficinas del Tigre en Televisa Chapultepec para pedirle ayuda. "Llego, le toco, sale, me dice 'espérame un momentito, Juanito'; minutos después sale y me dice 'vámonos', entonces agarra y nos subimos a su coche, él conducía y yo a su lado, 'a ver, Juanito, qué se te ofrece', 'mire, tengo una hija así, así y así, necesito 315 mil dólares para su trasplante de corazón'.'El Tigre' en ese momento ordenó que se transfiriera el dinero, "me los dio, así, nada de 'oiga, para cuando (se los pago)', nada".

El gesto los unió más en su amistad, hasta la muerte del Tigre en abril de 1997.