El rasgo de la personalidad que puede distinguir a las personas superdotadas
Por circunstancias familiares me tocó viajar una vez con un primo político un par de horas en auto. El hombre no paró de hablar durante todo el trayecto y su tema central de conversación era su alto coeficiente intelectual. Sin embargo, me hizo pensar en cuáles serían esos factores comunes que pueden tener las personas superdotadas para poder ser identificadas sin necesidad de tener que escuchar un largo monólogo acerca de su intelecto.
Una investigación publicada en la revista especializada High Ability Studies y realizada por Uzeyir Ogurlu y Adnan Özbey da la respuesta tras analizar una gran cantidad de artículos científicos relacionados con rasgos de la personalidad con los talentos, para determinar cómo se conectaban entre sí. Lograron extraer 13 estudios y de allí lograron identificar factores que vinculan rasgos de la personalidad y la superdotación.
Según explica el psiquiatra y psicoanalista Grant Hilary Brenner en la revista Psychology Today, se compararon grupos de superdotados y no dotados -una muestra de casi 8,000 personas- para conocer cuales de los cinco grandes rasgos de la personalidad se correlacionaron de forma significativa con el talento.
Cabe mencionar que estos cinco rasgos son:
La apertura a experiencias, que se refiere a la creatividad, y la curiosidad intelectual
La escrupulosidad, que tiene que ver con la responsabilidad, la organización y la productividad
La extroversión, que tiene que ver con la sociabilidad y la asertividad
La amabilidad, relacionada con la confianza y la compasión
El neuroticismo, que marca la tendencia a la depresión y a la ansiedad
Cómo se define un superdotado
Para poder distinguir el rasgo que marca la diferencia, es necesario comprender qué significa que alguien sea superdotado. La psicólogo Carmen Sanz Chacón, especialista en el tema y superdotada, explica al portal del proyecto Díde, apoyado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, que se habla de superdotación cuando una persona tiene un nivel intelectual superior en dos desviaciones típicas a la media de la población, lo que aproximadamente se corresponde con un percentil 98 y con un cociente intelectual de 130 o superior”.
Para identificarlos, Sanz explica que frecuentemente son personas que aprendieron a leer muy pronto, tienen facilidad para los números, suelen estar muy abstraídos en sus cosas, pero son despistados; también son personas muy sensibles, son muy exigentes con ellos mismos y con los demás; puede que tengan problemas de conducta y poca resistencia a la frustración; preguntan mucho, suelen cuestionar a las autoridades y las normas, son imaginativos y tienen un sentido del humor especial.
Además, los superdotados no suelen tener alto rendimiento escolar. Al contrario, es posible que tengan bajas calificaciones y pueden aburrirse y desmotivarse si no reciben los estímulos y educación apropiados, entre otras características. En cualquier caso Sanz recomienda que ante la duda, lo mejor es acudir a un especialista que realice la valoración adecuada.
Con estas tendencias definidas, es posible comprender aún mejor el alcance de la investigación de Ogurlu y Özbey, la cual ofrece un camino de desarrollo en el ámbito de la educación pues se pudo determinar cuál de los cinco rasgos de la personalidad es el que está más estrechamente relacionado con el talento: la apertura a la experiencia. Mientras tanto, no hubo diferencias importantes entre los dos grupos de personas evaluadas en cuanto a los otros cuatro rasgos.
Brenner explica en su artículo que la apertura a la experiencia es una clave determinante en la inteligencia, puesto que no solamente se refriere a la creatividad y a la capacidad de analizar muchas opciones para la resolución de problemas y planteamientos, sino que también influye en la comprensión de situaciones difíciles.
“La apertura encaja con la tendencia que las personas dotadas tienen para la complejidad y el pensamiento divergente, y la habilidad notable y a veces asombrosa que las personas dotadas tienen para ver cosas que otros nunca notarían o incluso imaginarían. Sin mencionar el peculiar sentido del humor, que puede ser una espada de doble filo”.
Las personas superdotadas recurren con frecuencia a su agudo sentido del humor, el cual suele ser muy inteligente y lógico.
Adicionalmente, la investigación sugiere que podría estimularse la personalidad para enriquecer este rasgo. De hecho Brenner sostiene que hay enfoques educativos diseñados para incentivar la creatividad, y sugiere que los adultos podrían ampliar sus horizontes en este sentido con el fin de aumentar la apertura a la experiencia. Algunas prácticas sencillas podrían ser salir con personas de mente más abierta y probar cosas nuevas.
Un dato curioso es que también se determinó que factores como la edad, el género y el lugar de dónde provenían no aportaban al talento, ni tampoco a su relación con la apertura a la experiencia.
Este tipo de investigaciones, según señala el psiquiatra, son de gran valor para allanar el camino a los superdotados, quienes suelen ser estigmatizados y aislados, generalmente por las dificultades que implica desarrollarse en un ambiente educativo tradicional. Asimismo, estos estudios también trazan un camino para que en su propio crecimiento, puedan aportar y beneficiar a la sociedad.