Estas son las frutas que sí funcionan contra el estreñimiento y no, las pasas no están en la lista

Las frutas, todas y de todos los colores, son antioxidantes, están repletas de vitaminas y nutrientes que necesitamos para el desarrollo y funcionamiento del organismo. Pero además, dependiendo de sus componentes y sustancias, pueden ayudarnos a mejorar procesos de algunos de sus sistemas.

Por ejemplo, es muy conocido que la manzana verde es una aliada valiosa en el cuidado de la piel, que la piña es un gran antiinfamatorio, y que las ciruelas pasas mejoran la salud ósea, además de promover la digestión. Y es justamente en la digestión, o mejor dicho, al finalizar el proceso de digestión donde podemos encontrar en algunas frutas grandes beneficios, pues funcionan contra el estreñimiento.

Se cree que las pasas -quizás por parecer las hermanas menores de las ciruelas- ayudan contra estas incomodidades, pero no. No es más que una leyenda. De hecho, las investigaciones al respecto han arrojado resultados mixtos. Algunas evaluaciones dicen que sí funcionan, y otras que no. Lo cierto es que son tan aliadas como puede ser cualquier otra fruta, si las incorporamos a nuestra alimentación siendo esta balanceada.

Sin embargo, sí hay algunas frutas que figuran de una manera más significativa en distintos estudios. Por ejemplo, un artículo de la revista científica Nutrients, destaca que kiwi, pera, durazno, higo, y por supuesto, las ciruelas pasas, son grandes aliados contra la constipación.

Además, este texto detalla que las frutas se pueden comer tanto durante como fuera de las comidas. Pero este beneficio no responde solamente a lo deliciosas y saludables que puedan ser las frutas, sino a la cantidad de fibra que debemos ingerir diariamente.

Según se explica, las mujeres deben consumir aproximadamente 25 gramos de fibra al día; mientras que los hombres unos 38 gramos, y los niños entre 19 y 25 gramos diarios. El asunto está en que muy difícilmente alcanzamos esta cantidad.

Es por esto que deben tratar de incorporarse a la dieta una cinco porciones de fruta, pero también de verduras. “Entre las verduras cocidas, es preferible elegir las espinacas, las judías verdes, las berenjenas y el hinojo para consumirlas hervidas o al vapor. También se recomiendan las alcachofas, el brócoli y la coliflor, incluso si pueden inducir la hinchazón abdominal”, dice el artículo.

Para facilitarnos el consumo de estos alimentos, se sugieren sopas de verduras, que pueden aderezarse con aceite de oliva virgen extra y semillas de linaza, una de las fuentes de fibra más eficientes y beneficiosas.

Para ingerir las frutas, se recomienda la fruta entera, que también se puede agregar a cereales integrales, o combinar con yogur. Eso sí, si se va a incorporar más fibra a la dieta cotidiana debe hacerse gradualmente, para evitar hinchazón abdominal, flatulencias y otras molestias.

Este artículo sugiere además abordar un enfoque multidisciplinario en el cual trabajen en conjunto, para tratar el estreñimiento crónico, médicos internistas, gastroenterólogos y especialistas de nutrición, pues no siempre los médicos tienen un conocimiento más profundo del papel terapéutico de un régimen nutricional adecuado.

Por último, además de tener en cuenta la incorporación de estas frutas y verduras, y la mejor manera de consumirlas, es muy importante conocer algunas recomendaciones para llevar adelante una estrategia eficiente contra el estreñimiento.

La primera, atender el consumo de fibra. Además de frutas y verduras, sumar cereales integrales y legumbres a la alimentación. Es importante tener en cuenta que los conocidos suplementos de fibra y salvado en polvo, son verdaderamente útiles si no se logra ingerir una cantidad apropiada de fibra a través de la dieta, pero no es conveniente automedicarnos con ellos porque, aunque sean naturales, no son inocuos y pueden ocasionar molestias digestivas.

Las otras recomendaciones son tomar suficiente agua al día, por lo menos ocho vasos, lo que es equivalente a dos litros de agua; no ignorar el estímulo que nos conduce al baño; y practicar actividad física frecuente. No se trata de una rutina intensa, simplemente tener un estilo de vida activo.

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