La vida de Margarita Gralia alejada de los escenarios (y su triunfo ante la adversidad)

Margarita Gralia es ejemplar en muchos aspectos. No solo como persona, sino también como una gran profesional. No en vano ha tenido más de 40 años de carrera, con diversos personajes memorables y una reputación sólida, también ha superado, a base de mucho esfuerzo, algunas tremendas adversidades que a otros los hubieran quebrado, pero a ella solo la han hecho más fuerte.

MEXICO CITY, MEXICO - OCTOBER 16:  Margarita Gralia attends the
La espléndida Margarita Gralia (Victor Chavez/Getty Images)

Margarita, nacida el 23 de diciembre de 1954, debutó en teatro a los 17 años en su país natal, y ya tenía una extensa carrera en escena cuando llegó a México en 1981 invitada por el legendario actor y productor argentino radicado en México Raúl Astor, quien la emparejó con Héctor Suárez en la obra de teatro 'La Libélula' que había sido un exitazo en Buenos Aires — y después en México.

Lo que iba a ser solo una temporada teatral se acabó convirtiendo en toda una vida: Margarita conoció al escenógrafo Ariel Bianco y entre ellos surgió un amor que no solo fue a primera vista, sino que ha resultado completamente perdurable — llevan más de 35 años juntos como matrimonio —, después, Astor incorporó a Margarita a la tropa de su exitoso programa de comedia 'No empujen', en el que la alta y esbelta actriz participaba en diversos sketches y números musicales. También actuó al lado de Silvia Pinal en 'La señorita de Tacna', pieza teatral escrita por el premio Nobel Mario Vargas Llosa, en la que ella hacía un desnudo integral, que mucha controversia causó, al igual que sus pictorials en la edición en español de la famosa revista Playboy.

Fue en 1983 cuando Irene Sabido la llevó con un papel de villana en 'Amor ajeno', una telenovela protagonizada por la inolvidable Irma Lozano ('Mamá Rosario' en la kilométrica 'Mundo de juguete') y el actor español Ramón Pons, y esto marcó el principio de su paso frente a las cámaras en los melodramas de Televisa, donde tuvo muchas y muy destacadas participaciones como antagonista en melodramas muy recordados como 'De pura sangre', 'Atrapada', 'La pasión de Isabela' — en la que interpretaba a una rumbera de cabaret de los años 40 — y varias más, aunque al llegar en 1996 a 'Para toda la vida', la telenovela que abandonó Ofelia Medina de un día para otro, Margarita expresó un deseo de cambiar, ya que sentía que llevaba varios años "interpretando al mismo personaje, solo con distinto nombre".

Fue entonces que aceptó la oferta de TV Azteca para participar en 'Mirada de mujer', al lado de Angélica Aragón y Ari Telch, interpretando a 'Paulina' una mujer madura sensacional y vivaz, que se involucra en un affair con el hijo de su mejor amiga, que es 25 años más joven que ella.

Como se sabe, la telenovela fue un hit, y esto ayudó a que Margarita tuviera un espectacular renacimiento en su carrera: hizo una gira internacional con el monólogo de Darío Fo (¡otro premio Nobel!) 'Tengamos el sexo en paz', que presentó a salas llenas y luego encarnó a la emblemática Señora Robinson en la versión teatral de "El Graduado" con Mauricio Ochmann y obtuvo el merecido premio a su paciencia en lo que fue su primer protagónico a los 50 años, estelarizando junto a Sergio Basáñez, Paola Núñez y Andrés Palacios la exitosísima 'Amor en custodia', que fue un auténtico trancazo.

Aunque Margarita y Ariel no tuvieron hijos, encontraron en sus sobrinos e hijos de sus amigos en quiénes volcar todo su amor, y descubrieron muchas otras formas de ser felices (esto lo describió ella misma en su libro 'Decide ser feliz', en el que plasma su lema de tratar de vivir con los ojos abiertos, de no cerrarse ante los problemas que aquejan a los mexicanos en un país solemne en muchos aspectos y jocoso en otros).

Ella sugiere que podemos vivir contentos porque es una cuestión de decisión simplemente. El mexicano para Gralia le parece más uno que goza sufriendo y sufre gozando; éxito de ventas desde su aparición, el libro ayudó a conectarla con el público de otras maneras, sobre todo porque desde 2013 está apartada de las pantallas, aunque no dudaría en volver si le hacen una oferta que avive su interés.

Esto se debió a una serie de circunstancias relacionadas con su salud, que la afectaron mucho en los últimos ocho años, pero a base de temple ha logrado salir adelante. La primera adversidad que enfrentó fue el diagnóstico una contracción reversible de arterias cerebrales, para lo cual la tuvieron que inducir a un coma que la obligó a alejarse de los reflectores.

Esta experiencia la hizo aprender a ver la vida de otro modo, tal como comentó en entrevista para 'Ventaneando'. "Situaciones como esta son golpes que te da la vida, como que a veces, no sé, para ubicarte… Yo creo que siempre valoré la vida, valoré la familia, pero obviamente que esas situaciones te hacen valorarlo más en su justa medida."

Fue un momento muy duro para Margarita y su inseparable Ariel, pero lo más importante era preservar su salud, cosa que le salió de maravilla; posteriormente, tras volver al teatro con gran éxito, el matrimonio Bianco-Gralia se vio afectado por la pandemia de COVID-19, y Ariel estuvo muy delicado, tocándole esta vez a la actriz estar al otro lado de la cama de un hospital; sin embargo, el amor logró vencer y ellos están bien, recuperados, instalados en San Miguel de Allende, un pintoresco pueblo en Guanajuato, donde tienen un restaurante (el Café y Churrería San Agustín) que tiene mucho éxito entre visitantes y pobladores locales.

No obstante lo adverso de las situaciones, Margarita no descarta que es actriz y que estas grandes lecciones de vida le han enseñado que ella debe seguir adelante, por lo que no sería de extrañar que vuelva, con la misma maravillosa energía que ha tenido siempre.

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