Leonor recorre el corazón de los Picos de Europa para conocer el Pueblo Ejemplar junto a los Reyes y Sofía
La princesa Leonor, acompañada por sus padres y la infanta Sofía, se han desplazado hasta la pequeña localidad asturiana de Sotres (Cabrales) para hacer entrega a sus vecinos del Premio al Pueblo Ejemplar. Es el acto final a tres días inolvidables en Asturias, la tierra de la familia materna de la heredera y que ella misma siente como suya, donde este viernes entregó los galardones de la fundación que llevan a su nombre a un grupo de mujeres y hombres que “proyectan el valor necesario para vencer el desánimo y la desesperanza”, dijo en su discurso. Fue una ceremonia que supuso un antes y un después para la Princesa, ya mayor de edad, que asumió nuevas responsabilidades como despedir y convocar la siguiente edición de estos galardones.
Tras la solemnidad y la emoción que se vivió el viernes en el Teatro Campoamor de Oviedo en el acto central de los Premios Princesas de Asturias, la Familia Real ha llegado a Sotres cerca de las 13:00 horas, con más de media hora de retraso sobre el horario previsto, procedentes del hotel La Reconquista donde han pernoctado dispuestos a recorrer sus calles, conocer a sus gentes y comprobar cómo viven los 108 habitantes de esta pequeña localidad. Es uno de los pueblos más altos de Asturias (se encuentra a 1050 metros de altitud) y ha conseguido “conservar e impulsar en un espacio de alta montaña, una actividad tradicional de base ganadera extensiva y sostenible, complementada con una industria agroalimentaria y joven”, según el acta del Jurado.
Un pueblo volcado con los Reyes, la Princesa y la Infanta
Sotres, encajado en pleno corazón de los Picos de Europa, en un valle de postal con sus casas de piedra, ha recibido a los Reyes, la Princesa y la Infanta con los brazos abiertos en un día que en lo meteorológico ha sido típicamente de montaña: lluvia, sol, frío y nieve en las cumbres. Los balcones, engalanados con las banderas de Asturias y de España, y sus habitantes y visitantes en la calle, volcados con la visita real. "Van a conocer nuestra historia, nuestras costumbres, lo que somos y se van a ir encantados", comentaban algunos sotrianos antes de la llegada de los Reyes y sus hijas. Como no podía ser de otra manera, han sido recibidos por la música de las gaitas.
Tras los saludos a las autoridades, la primera parada ha sido un encuentro de los Reyes, el monarca con el bastón de mando, y sus hijas con guías de alta montaña, con motivo del 120 aniversario de la primera ascensión al Picu Urriellu que les han conducido al mirador para contemplar la Sierra Amor. Los cuatro han podido contemplar los paisajes montañosos y, una vez más, Leonor ha estado muy pendiente de su padre al que ha cogido del brazo. Da igual el escenario en el que padre e hija se encuentren, su conexión es total y su complicidad también. En Palacio, en el campo, en una entrega de premios, en actos castrenses... La admiración y el cariño de la Princesa por el Rey están muy presentes. Por su parte, Sofía cogía a su madre del brazo mientras las dos hermanas, que han causado sensación, accedían a hacerse fotos con todos los que se lo pedían y firmaban autógrafos.
La Reina ha llevado pantalones oscuros y abrigo de cuadros; la princesa Leonor, con vaqueros y cazadora, también de cuadros, y la infanta Sofía, con vaqueros, jersey azul y chaqueta clara. Leonor y Sofía se han mostrado tremendamente cercanas y divertidas y en el mirador se han hecho fotos entre abrazos y muchas sonrisas.
Ya de regreso, han sido obsequiados con unas sudaderas y con un cencerro realizado especialmente para ellos. Abel Fernández López, propietario de una ganadería de ovejas xaldas, les ha contado que cada animal tiene un sistema de afinación para que los pastores puedan distinguir a sus rebaños, frente a otras ganaderías. Por su parte, Javier Diez, propietario de otra explotación ganadera, les ha hecho una demostración del sistema de collares de geolocalización monitorizando la ubicación en tiempo real de sus animales.
De ahí, han ido a las antiguas escuelas del pueblo para conocer la historia de este enclave en la exposición Pasado minero de Sotres, compuesta por fotografías antiguas y han conocido los testimonios de antiguos sotrianos que trabajaron en la mina. A su salida, la Reina ha dicho a los micrófonos de la Radio Televisión del Principado de Asturias que su visita por Sotres "nos está gustando muchísimo y lo que queda, que quedan cosas todavía muy interesantes". También ha habido tiempo para charlar con los mayores y los párracos en la iglesia de San Pedro.
Los Reyes y sus hijas hablan con los habitantes más jovenes
Los Reyes, la Princesa y la Infanta han tenido la deferencia de acercarse hasta los columpios que había en un parque infantil, donde han charlado con las madres y los cinco niños que viven en Sotres, que representan el futuro de este enclave, fundamental para el desarrollo de la zona. Entre vivas y aplausos, la Familia Real ha posado en la placa conmemorativa que se ha instalado frente a la iglesia para recordar este día y por qué Sotres ha sido premiado como Pueblo Ejemplar.
Uno de los momentos más emocionantes ha tenido lugar cuando los cuatro han escuchado en la plaza de la Portiella de la mano de Héctor Braga el tema Cuando salí de Cabrales, que ha sido interpretado con la zanfona, un instrumento musical muy particular que se asemeja a un violín mecánico. El músico les ha dado todo tipo de detalles de este objeto de cuerda que ha causado gran curiosidad en la princesa Leonor y en el Rey que han aprovechado también para estrechar las manos a los vecinos de este barrio de Sotres, hacerse selfies y charlar con la multitud.
El bar tienda Casa La Gallega, ha sido su siguiente parada. Su actual propietaria, Ana Moradiellos, les ha regalado unas copias de una foto antigua de una cacería en la que su bisabuelo participó siendo ayudante de Alfonso XIII a principios del siglo XX.
La Familia Real ha contemplado la recreción de La Jovera. Se trata de una fiesta que evoca la época en la que los mozos se preparaban para ir al monte a buscar el mejor árbol y más largo. Una vez conseguido, se lanzaban voladores avisando de la hora de recibir el tronco simbólico y las mozas se acercaban a recibirlos en El Jugu, con sus panderetas, en una imagen impresionante. Tras ello, han conocido el proceso con el que se recoge la leche que sirve a varias queserías, entre ellas Maín, donde han sido recibidos por sus dueños y han conocido sus instalaciones.
El cierre ha venido con el acto institucional cuando el alcalde, José Sánchez, ha dirigido unas palabras a los presentes al recibir el reconocimiento de Sotres como Pueblo Ejemplar, que la Princesa de Asturias le ha entregado a un grupo de niños de la localidad.
Por su parte, el Rey ha hecho mención al derrumbe de un edificio en Santander por una explosión de gas que ha causado tres muertos y diez heridos. Después, ha agradecido el recibimiento de los vecinos y ha recordado que llegar hasta el pueblo "no ha sido tan fácil (sobre todo desde Poncebos...), pero sin duda ha merecido la pena, al recibir vuestra acogida y poderos visitar, en vuestro pueblín y este paisaje maravilloso que os rodea. La Reina y yo junto a nuestras hijas estamos felices de venir a Sotres y a Cabrales". Además, como novedad, don Felipe ha pasado el testigo a Leonor. "Porque, al igual que sucedió anoche en el Campoamor, en la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias, será ella -la Princesa-, como presidenta de Honor que es de la Fundación, quien se encargue a partir de ahora de destacar lo mejor de los pueblos ejemplares de nuestras querida Asturias y de felicitaros oficialmente. Querida Leonor, tuya es la palabra...", ha dicho el Rey.
Leonor se lleva un trozo de queso de Cabrales a Marín
La Princesa Leonor, quien por primera vez ha cerrado el acto, ha dicho en su discurso que "¡Nos está encantando vuestro pueblo!. Hemos empezado en el mirador y es impresionante comprobar la belleza del entorno cabraliego que enmarcan los Picos de Europa. De Sotres he leído mucho, que es el último pueblo de Asturias, que es el más alto. Es un lugar precioso en el corazón del parque nacional, dentro de la reserva de la biosfera, y un espacio natural protegido. Pero es mucho más que eso: este pueblo sois vosotros, los vecinos que regresasteis hace décadas tras las aventuras ultramarinas y europeas y los más jóvenes que os habéis instalado más recientemente. Sois un ejemplo por vuestra capacidad para cuidar las tradiciones y para innovar. Y no es fácil. (...) Gracias por ser tan cariñosos y acogernos con tanta alegría", ha comenzado. En un momento de total espontaneidad la heredera ha hecho referencia al queso de Cabrales y ha dicho que "estoy deseando ir a la espicha [reunión festiva asturiana] para probar un trozo y llevarlo para que lo prueben los compañeros en Marín".
"Hemos escuchado a los mayores, la memoria viva de cómo un pueblo de alta montaña que no tuvo luz hasta hace 43 años es ahora un lugar que progresa con vuestro esfuerzo. Vi en un reportaje que hay cinco niños viviendo en Sotres. Jaya, Alejandro, David, Andrés y Bruno. Ojalá los cinco podáis encontrar razones para seguir aquí, ojalá que las circunstancias lo permitan si así o decidís. Gracias de corazón por hacernos sentir que en este rincón precioso Asturias la vida nos presenta su mejor cara. Es la segunda vez que mi hermana y yo venimos al concejo de Cabrales. Y nos vamos, de nuevo, deslumbradas y admiradas por vuestro ejemplo. Siempre lo digo: nos gustaría volver y compartir con todos vosotros unos días, que nos hemos quedado con ganas de mucho más. ¡Gracias!", concluyó.
A pesar de su difícil acceso, esta localidad recibe a numerosos visitantes atraídos por el montañismo y sus paisajes, donde se encuentra en Naranjo de Bulnes o Picu Uriellu. Los vecinos de Sotres han sabido adaptarse a la vida en un pueblo de montaña, a estar incomunicados por las grandes nevadas y al aislamiento, pues hasta 1981 no llegó la electricidad. En este paraje sus habitantes viven en plena sostenibilidad gracias al pastoreo, actividad clave en la elaboración del típico queso de Cabrales.
Los jóvenes del pueblo, quienes algunos han retornado después de haber estado trabajando fuera, se dedican a oficios tradicionales como ser pastores de vacas, cabras y ovejas, cuya leche que sobra se usa para elaborar el queso que se cura en cinco cuevas que permanecen activas. Precisamente, la Familia Real ha tenido la oportunidad de conocer de forma privada la cueva de Jorcadiellu para el secado del queso, antes del almuerzo de campo con los vecinos en la zona de El Jugu, la espicha a la que se refería Leonor en su discurso.
Cada año, dentro de las actividades que se organizan por los Premios Princesa de Asturias, se reconoce al Pueblo Ejemplar de la región, una de las iniciativas que mejor acogida tienen dentro del Principado. Se trata de galardonar al municipio, aldea, núcleo de población, espacio paisajístico o grupo humano asturiano que haya destacado de forma notable por la defensa y conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, cultural o artístico. Se trata de galardonar al municipio, aldea, núcleo de población, espacio paisajístico o grupo humano asturiano que haya destacado de forma notable por la defensa y conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, cultural o artístico.
Tras estos días irrepetibles por Asturias, la princesa Leonor regresará a la Escuela Naval de Marín (Pontevedra) y su hermana aún podrá disfrutar hasta primeros de noviembre de sus vacaciones de otoño antes de regresar al UWC Atlantic College de Gales, el internado de Reino Unido donde estudia segundo de bachillerato internacional. También han sido unos premios muy especiales para la Infanta, pues son los últimos a los que acude siendo menor de edad. En unos meses se desvelará su futuro tras acabar su etapa escolar. Queda así pendiente conocer si seguirá los pasos de Leonor en el Ejército o se decantará por la Universidad.