La película a la que Argentina y México deberían temerle en los Óscar

Fotograma de 'La última película', candidata de India a los Premios Óscar 2022 (Foto: Karma Films)
Fotograma de 'La última película', candidata de India a los Premios Óscar 2022 (Foto: Karma Films)

Los Óscar han desvelado sus shortlists, donde pudimos conocer qué películas optaran a la estatuilla dorada en categorías como la de Mejor Película Internacional. La opción española, Alcarràs, se ha quedado fuera de las preseleccionadas, pero sí han entrado títulos que sonaban fuerte para alcanzar el éxito como Argentina 1985, la cinta protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani que representa al país al que hace mención su título, o Bardo, la nueva película de Alejandro González Iñárritu que pese a no despertar tanta pasión como sus anteriores películas parecía difícil que la Academia la ignorara.

Ambas parecen favoritas para ganar el premio, sin embargo, además de otras cintas que también han dado que hablar durante la temporada de premios como Eo o Close, podrían encontrar una fuerte competencia en un título que, hasta el momento, había pasado desapercibido. Hablo de Last Film Show (La última película), la opción que ha presentado India y cuya elección, ante el éxito internacional de otros títulos del país como RRR en Netflix, nos tomó desprevenidos. Sin embargo, tiene todos los ingredientes para arrasar en unos premios como los Óscar, sobre todo porque remite a un clásico del cine admirado por todos y alude a cuestiones muy locales que son carne académica.

En concreto, Last Film Show narra la historia un niño indio de 9 años criado en un ambiente de pobreza cuya vida cambia por completo tras descubrir las bondades del cine, lo que le llevará a querer embarcarse en la aventura de ver y realizar películas frente a las adversidades de su entorno. Es decir, una replica de la propuesta de Cinema Paradiso, el clásico de Giuseppe Tornatore de 1989, donde el ambiente de la Italia rural es sustituido por las penurias de los entornos pobres en la India.

Fotograma de 'La última película', candidata de India a los Premios Óscar 2022 (Foto: Karma Films)
Fotograma de 'La última película', candidata de India a los Premios Óscar 2022 (Foto: Karma Films)

Cualquier espectador que ame el cine y haya visto Cinema Paradiso tendrá clavado en su mente el torrente de emociones de aquel aclamado título italiano de 1988. A través de la historia de Totó, aquel niño que empezó a adorar el séptimo arte en ese pequeño cine de pueblo junto al proyeccionista Alfredo, uno se reconocía a sí mismo descubriendo la magia de la gran pantalla, sintiendo el poder del celuloide en sus ojos, experimentando el disfrute y evasión de las historias. Y era difícil acabar la película sin soltar al menos una pequeña lágrima, siendo una experiencia que pocas cintas han conseguido replicar.

Por esta razón, con una película que replica todas estas virtudes (yo mismo reconozco que salí emocionadísimo de su proyección), se hace difícil pensar que la Academia Hollywood no vaya a caer rendida ante ella. Y no solo eso, porque su director, Pan Nalin, que se basó en su propia infancia para desarrollar esta historia, se adentra a explorar otras temáticas sobre la niñez, la falta de oportunidades en la India, las barreras que se imponen en la búsqueda de sueños o la dureza de vivir en un ambiente hostil. Y esto se traduce en una cinta entrañable a la vez que dura con la que va a ser casi imposible no cautivar a los académicos de Hollywood.

Por ofrecer una descripción más exhausta, en sus primeros compases funciona exactamente igual que el clásico de Tornatore, con su protagonista entrando por primera vez en una sala, descubriendo las virtudes de la experiencia, entablando amistad con su proyeccionista y adentrándose en un mundo de anhelos de llegar a dedicarse a esa profesión. Y es ahí cuando entra en juego esa historia de sueños frustrados, de cómo la pobreza y ese ambiente hostil se convierte en un impedimento para alcanzar grandes metas y propósitos. Pero la mente de un niño es ingeniosa, y Last Film Show termina centrándose en las peripecias de su pequeño protagonista en tratar de montar su propio cine casero con los recursos limitados que dispone.

Lo hace con un proyector construido con ruedas de un carro, con fotogramas expuestos a la luz solar y con él y su grupo de amigos imaginando las historias y los diálogos que se enconden detrás de cada tira de celuloide. Toda una carta de amor al cine, a la infancia y de cómo este arte consigue evadirnos y hacernos olvidar incluso la realidad más dura. Es precioso ver la evolución de su protagonista, de cómo frente a toda adversidad trata de alcanzar su sueño aún con el rechazo de su entorno. Y es que, aparte de ser este canto a los sueños y al séptimo arte en medio de un contexto social tortuoso, también se pone el foco en los lazos familiares, en el desentendimiento entre padres e hijos, en la dificultad de desapegarte de tus seres queridos y de esa vida a la que llevas toda tu existencia apegado.

Creo que ha pasado más desapercibida por el fenómeno que despertó RRR tras su estreno internacional en Netflix, que ha puesto toda la conversación sobre el cine indio en base a este título. Pero realmente con Last Film Show hablamos de una de las producciones más emocionantes de esta temporada de premios, donde, más allá de replicar la magia de Cinema Paradiso, embarcarse en un viaje impactante por el ambiente de pobreza de la India o resaltar la fascinación por la cultura del país, llega en el momento más adecuado. Y es que, valorando que venimos de una época pandémica donde las salas de cine lo han pasado mal, encontrarse con esta carta de amor a la magia de los locales de exhibición es un plus añadido. Y creo que esto podría llevarla a dar la sorpresa en los Óscar.

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