La película nominada al Óscar de Leonardo DiCaprio que frustró un proyecto único para Jim Carrey
Jim Carrey iba a protagonizar su propia versión de Howard Hughes bajo las órdenes de Christopher Nolan
Aunque Leonardo DiCaprio ya pisó fuerte en el Hollywood de los '90, se podría decir que sus trabajos con Martin Scorsese fueron responsables de consolidarlo como un actor de altos vuelos, como una estrella que iba mucho más allá de la imagen de ídolo juvenil impuesta por Titanic, Romeo + Julieta o La playa. Tras Pandillas de Nueva York, la confianza del director de Taxi Driver o Los asesinos de la luna lo llevó a convertirse en un habitual de su cine y transitar proyectos que le aportaron más seriedad y prestigio académico, como el caso de oscarizados títulos como El aviador, el biopic sobre Howard Hughes que se erigió como una de las películas más premiadas de 2004.
Lo curioso es que, con El aviador, a la que después siguieron otros multipremiados films con Scorsese como Infiltrados o la confianza de cineastas como como Edward Zwick, Ridley Scott o Sam Mendes, truncó el que podría haber sido uno de los mejores proyectos de otro de los actores que más destacaron en el Hollywood de los '90 y '2000. Un intérprete que mientras la carrera de DiCaprio iba viento en popa vio como la suya se fue deshinchando hasta prácticamente desaparecer de la industria.
Hablo de Jim Carrey, que tras conquistarnos con su vis cómica y demostrar su talento con el drama en títulos tan míticos como Truman Show o Eterno resplandor de una mente sin recuerdos no logró mantenerse en la cima, lo que hizo que desde la década de 2010 su presencia en nuestras pantallas fuera poco a poco desvaneciéndose. Pero las tornas pudieron cambiar, porque, antes de que Martin Scorsese rodara El aviador con Leonardo DiCaprio, Christopher Nolan estuvo desarrollando otro biopic sobre Howard Hughes para el que iba a contar con Jim Carrey y que se atrevió a definir como el mejor guion de su carrera.
EL AVIADOR, LA PELÍCULA QUE CHRISTOPHER NOLAN NO PUEDE VER
Tristemente, la existencia de El aviador y su éxito en los Óscar hizo imposible que Christopher Nolan pudiera vender su idea en Hollywood. Sin embargo, el director de Batman: El caballero de la noche no se olvida de este proyecto, y ahora, que ha vuelto a consolidarse como un rey de la taquilla con un biopic como Oppenheimer, vuelve a recordar cómo fue su trabajo para desarrollar este film y lo mucho que le dolió tener que dejarlo atrás.
Según ha contado a Variety, hoy sigue sin atreverse a ver la película de Leonardo DiCaprio por la pena que todavía arrastra. Fue tanta la implicación que tuvo en su proyecto sobre Howard Hughes que cuando se enteró que Martin Scorsese estaba produciendo la misma historia le costó asumirlo.
“Fue muy emotivo no poder hacer algo en lo que había puesto toda esta energía”, dijo Nolan al citado medio, admitiendo que no pudo evitar reprochárselo a DiCaprio cuando trabajaron juntos en El origen en 2010.
“Creo que es el mejor guion que he escrito jamás y tuve una experiencia realmente maravillosa al escribirlo. Sí, fue frustrante que la otra película se hiciera”, reconoció en otra intervención durante la promoción de Interstellar con The Daily Beast en 2014, donde no descartó regresar a este proyecto en algún momento en el futuro. "¿Lo volveré a visitar? No tengo ni idea. Realmente no pienso en lo que voy a hacer a continuación hasta que está completamente terminado, y durante las próximas dos semanas todavía me centraré en Interstellar. No necesariamente lo descartaría, pero lo escribí hace mucho tiempo".
No obstante, aunque Christopher Nolan decidiera rescatar su visión de la vida de Howard Hughes, es prácticamente imposible que el proyecto se haga con la visión que tenía en los 2000, sobre todo en lo referido a la implicación de Jim Carrey. Con el actor prácticamente retirado y a sus 61 años, se hace difícil que pudiera encajar. Además, al hablar de un actor con unos rasgos excéntricos al alcance de muy pocos, le complicaría a Nolan encontrar un sustituto en el que encajar las ideas que tuvo antes de que Scorsese y DiCaprio le comieran terreno. Al fin y al cabo, ese tren ya pasó, y con él Carrey perdió una oportunidad que pudo llevarle a un destino muy diferente en Hollywood.
Y es que no olvidemos que estamos hablando de años de exploración artística en el currículo de Jim Carrey. Si tenemos en cuenta que El aviador se estrenó en 2004, entonces debemos ubicarnos en una época en que el actor cómico se había convertido en reclamo de taquilla, pero también estaba dejando a un lado su faceta de bufón comercial para probar suerte en otro tipo de historias. Como en el biopic con El lunático (1999), el drama más emotivo con El Majestic (2001), el romance doloroso con Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (2004), el cine familiar con Lemony Snicket, una serie de eventos desafortunados (2004) o el thriller con El número 23 (2007). Es decir que un papel como el excéntrico aviador, empresario, cineasta, piloto e ingeniero en manos de un contador de historias tan detallista como Christopher Nolan fácilmente podría haber sido uno de los proyectos más destacados de su carrera.
Por suerte, como Nolan bien reconoció en otra entrevista con The New York Times, muchas de las ideas de aquel guion las ha podido recuperar este año para Oppenheimer, la que se erige como su primer biopic. “Descifré el guión, y eso me dio mucha información sobre cómo destilar la vida de una persona y cómo verla de una manera temática, para que la película sea más que la suma de sus partes. Entonces, de alguna manera, el guión, sí, me tomó algunos meses, pero en realidad fue la culminación de 20 años de pensamiento”, matizaba el director, que al final pudo sacar provecho a esta película frustrada.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.
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