Un motivo más para no enfadarte tanto: podría hacerte subir de peso

Texto: Irina Kenigsberg

Si te detienes a pensar en tu día a día, ¿cuán seguido te enfadas por pequeñeces? Si el enojo y el estrés son moneda corriente en tu vida, quizás sea hora de un cambio. Entre otras cosas, ¡podrían hacerte subir de peso! Descubre de qué manera.

El enojo puede traerte más de un problema de salud. - Foto: PhotoAlto/Frederic Cirou/Getty Images
El enojo puede traerte más de un problema de salud. – Foto: PhotoAlto/Frederic Cirou/Getty Images

Dejar de enfadarte, ¿la mejor dieta?

Cuando una persona se enoja o se estresa, su cuerpo segrega adrenalina y cortisol. Esto, a su vez, lleva a que haya un proceso de inflamación y así, las células no puedan liberar energía. De esa forma, se puede llegar a subir de peso. Este efecto sería inclusive peor si el enojo y el estrés son consistentes y crónicos, explicó a Yahoo Isaura Gonzalez, psicóloga clínica.

Por otro lado, enojarse también podría llevar a comer de más, nos indicó Aida Vazin, psicóloga y terapeuta de matrimonio y familia. Muchas personas han aprendido a lidiar con los sentimientos incómodos o desagradables comiendo. En muchos casos, además, se elige comfort food, que suele contener muchas calorías.

Inclusive, hay personas que dicen que cuando se enojan tienen sensaciones parecidas al hambre en su barriga. Si no se dan cuenta de que están experimentando una respuesta física al enfado, pueden interpretarlo como una señal de que tienen hambre y, así, comer de más.

Más efectos negativos

El estrés y enojo constantes podrían llevar a otros problemas, dijo Gonzalez. Por ejemplo, debilitar el sistema inmune y aumentar la presión sanguínea. Enfadarse mucho inclusive podría llevar a tener problemas para pensar de forma clara y a manejar mal las circunstancias que se presentan, debido al cortisol antes mencionado. Entonces, ¿qué puedes hacer al respecto?

Algunas estrategias

Para mantener el enojo a raya, checa las sugerencias provistas por la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés):

– Relájate. Ya sea que elijas técnicas de respiración, repetir una palabra que te tranquilice o usar imágenes visuales relajantes de tu memoria o imaginación, lo importante es que liberes tensión.

– Enfrenta el problema. A veces, el enojo es una respuesta saludable a las dificultades de la vida. Esto puede empeorar si creemos que cada problema tiene una solución, dado que a veces no es así. En cambio, intenta concentrarte en cómo enfrentas y manejas los desafíos. Haz un plan y verifica tu progreso en el camino.

– Usa el humor. Reírte de lo que sucede puede darte un punto de vista más equilibrado y ayudarte a darte cuenta de que, quizás, el motivo de tu enojo no es tan importante.

Y tú, ¿crees que el enojo pueda hacerte subir de peso?

Entrevistas con:

Isaura Gonzalez, psicóloga clínica

Aida Vazin, psicóloga y terapeuta de matrimonio y familia

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