El riesgo que tomó Matt Damon con ‘El talento de Mr. Ripley’ hace 25 años

Leonardo DiCaprio rechazó el personaje del manipulador Tom Ripley, dejando el camino libre para la interpretación magistral de Matt Damon

Matt Damon promocionando 'El talento de Mr. Ripley', el thriller que alberga la mejor interpretación de su carrera. (Foto de Alain Benainous/Gamma-Rapho via Getty Images)
Matt Damon promocionando 'El talento de Mr. Ripley', el thriller que alberga la mejor interpretación de su carrera. (Foto de Alain Benainous/Gamma-Rapho via Getty Images)

Existe una noción popular entre cinéfilos del mundo que asegura que 1999 fue el mejor año de la historia del cine (aunque 2001 no se queda atrás). Y una película que forma parte del inmenso listado de aquel año fue El talento de Mr. Ripley, un thriller psicológico convertido en clásico de culto gracias a una cualidad inquebrantable: que su potencia visual, narrativa e interpretativa perdura en el tiempo.

Si bien hubo varias adaptaciones a lo largo de los años de esta novela de 1955 escrita por Patricia Highsmith, ninguna dejó la huella cinematográfica de la versión con Matt Damon, Jude Law y Gwyneth Paltrow hace 25 años. Sin embargo, como Netflix acaba de recuperarla para las nuevas generaciones a través de una serie limitada en blanco y negro, con Andrew Scott como su manipulador protagonista, llega la hora de recordar aquel clásico dirigido por el fallecido Anthony Minghella.

Porque más allá del impacto cinematográfico que provocó sobre toda una generación de espectadores, aquella producción podría haber simbolizado un precipicio profesional para Matt Damon si no hubiera funcionado.

El riesgo que Leonardo DiCaprio no quiso

El talento de Mr. Ripley es una de las películas más elegantes de la historia del cine gracias a la visión de Anthony Minghella, quien convirtió a la Riviera italiana en el escenario perfecto para un thriller tan seductor como sensacionalmente brillante. En aquella historia conocíamos a Tom Ripley (Matt Damon), un estafador enviado desde la ciudad de Nueva York a Italia para convencer a Dickie Greenleaf (Jude Law), un joven mujeriego, millonario y privilegiado hasta la médula, de que regrese a casa por órdenes de su padre. Sin embargo, después de fracasar, Ripley toma medidas extremas conectando con Dickie, encaprichándose y planificando un desenlace inesperado.

El director británico tenía vía libre tras el éxito internacional de El paciente inglés (1996), habiendo conquistado a la audiencia con una recaudación de $231 millones (fue un drama extremadamente lucrativo tras contar con un presupuesto estimado en $27 millones), pero también a la industria llevándose nueve premios Oscar, incluyendo Mejor Película. Minghella aceptó dirigir el proyecto siempre y cuando tuviera el voto final en la elección del actor protagonista. Solo haría la película si encontraba al actor perfecto para el papel del simpático pero manipulador Tom Ripley porque sabía que no se trataba de pintar al personaje como un villano de libro, sino en construir al personaje de manera que el público fuera dejándose llevar, adentrándose en su psique hasta comprender cómo piensa, opera y por qué hace lo que hace. Y encontrar al actor que pudiera conectar de esta manera con la audiencia era la clave (E! Online).

Leonardo DiCaprio rechazó la oferta, según The Guardian, para apostar por otro tipo de antihéroe en La playa (2000). Y cuando Anthony Minghella vio a Matt Damon en Mente indomable (1997) supo que había encontrado a su Ripley perfecto. Sintió que tenía una mezcla de “credibilidad, calidez y generosidad” para conectar con el público y ayudarlos a comprender cómo Ripley “piensa y opera” (E! Online).

Sin embargo, pocos saben que Matt Damon aceptó protagonizar esta adaptación antes del estreno internacional de Mente indomable, como confesó él mismo en una entrevista de 1999. Antes de saber que su idea original tendría éxito, que iba a convertirse en el nuevo hijo prodigo de Hollywood con el Oscar a Mejor Guion bajo el brazo junto a Ben Affleck.

Es decir, aceptó el desafío de interpretar a un antihéroe complicado, de intenciones oscuras, construyendo un personaje a través de giros sorpresa y revelaciones narrativas, justo cuando estaba a punto de convertirse en un ídolo hollywoodense. En un actor que seguramente tuvo a la industria a su merced tras ganar la estatuilla, pudiendo apostar por la vía comercial, lucrarse con la popularidad del éxito por el camino seguro. Un paso en falso, una escena equivocada, una visión distinta o un director diferente, podrían haberla llevado al fracaso inmediato. Justo cuando había conseguido tener a Hollywood a sus pies.

Jude Law, Matt Damon y Gwyneth Paltrow formaron el trío protagonista perfecto en 'El talento de Mr. Ripley'. (Foto de Ronald Siemoneit/Sygma/Sygma via Getty Images)
Jude Law, Matt Damon y Gwyneth Paltrow formaron el trío protagonista perfecto en 'El talento de Mr. Ripley'. (Foto de Ronald Siemoneit/Sygma/Sygma via Getty Images)

Pero siguió adelante, creyendo en la visión de un director exitoso como Minghella, lanzándose al desafío haciendo dieta, bajando 14 kilos, corriendo 10 kilómetros diarios, aprendiendo a tocar el piano (Jude Law aprendió a tocar el saxofón) y dejándose maquillar todos los días para parecer más pálido al lado del bronceado dorado de Jude Law.

“Fue arriesgado porque era original”, dijo en la mencionada entrevista de 1999 durante la promoción del filme. “Es diferente a otras películas pero lo considero algo de lo que estar orgulloso, algo que tiene mérito”.

“Me tomo lo que hago muy en serio porque me siento muy afortunado de poder hacerlo”, añadía a sus 29 años. “Y sé que no puede durar para siempre, conozco suficiente sobre la industria, así que lo mejor que puedo hacer es decirle al espectador promedio ‘mira, soy alguien a quien le importa y me esfuerzo, si tu pagas tus 8 dólares [el valor de la entrada] entonces debes saber que vas a ver algo que aspira a ser grandioso, que todos nos dejamos todo en el intento’”, explicaba mientras añadía que creía que, trabajando así, podría tener una larga vida en el negocio porque el público confiaría en su trabajo.

Un desafío que dio sus frutos

Y Matt Damon no se equivocaba. Aceptó el desafío plasmando una interpretación que conseguía justamente lo que se proponía. Que entendiéramos a Tom Ripley, incluso en su más profunda oscuridad, aunque no estuviéramos de acuerdo con sus actos. La apariencia de ‘boy scout estadounidense’ lo convertía en un candidato creíble como personaje que inicialmente despierta simpatía al ser continuamente subestimado. Incluso sus primeras aventuras con Dickie Greenleaf (Jude Law) conviviendo con la jet-set, probando el lujo y la diversión cantando ‘Tu vuo' fa l'americano’ en un bar de Nápoles, construyen un perfil cercano y carismático.

Sin embargo, debajo de esa capa se escondían muchas más. Ripley era un tipo tan encantador como homicida, tan incómodo en su propia piel como maquiavélico e inteligente. Y gracias a la actuación de Matt Damon, nos adentrábamos en cada capa, cada emoción y cada cara del personaje, presentándonos a un joven aparentemente trágico para luego descubrir su verdadera ambición. De esta manera, el actor terminaba construyendo una interpretación que dejó a la crítica boquiabierta.

Si tenemos en cuenta que se trataba de un personaje complejo, es probable que El talento de Mr. Ripley no hubiera funcionado de la misma manera en manos de otra visión más comercial y light. Pero Matt Damon se lanzó al riesgo cuando era el ‘golden boy’ de Hollywood, cuando probablemente podría haber tomado el camino fácil de los blockbusteres y los crowd pleasers aprovechando su momento de alza juvenil. Pero no lo hizo. Se arriesgó con un desafío que dio sus frutos. Porque si bien la película no fue un éxito de masas en taquilla ni ganó ningún Oscar (tuvo cinco nominaciones en el 2000, el año de Belleza americana), se terminó convirtiendo en un clásico inolvidable con un metraje que alberga la mejor actuación de su carrera.

Ripley, la serie compuesta de ocho episodios, y El talento de Mr. Ripley de 1999 están disponibles en Netflix.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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