Livia Brito y el giro de telenovela en el escándalo del paparazzo que no tiene para cuándo acabar
El caso de la reyerta entre la actriz Livia Brito y el fotógrafo cancunense Ernesto Zepeda ha sido uno de los temas más polémicos desde el año 2019 que estalló la bomba, cuando la actriz y su pareja fueron captados por el profesional del chisme en sus vacaciones y esto derivó en que el fotógrafo fue agredido físicamente y despojado de su cámara por la pareja; y aunque ha habido un largo proceso y en su momento la Brito apareció en TV, llorosa y alterada, donde acusó a Zepeda de arruinarle la vida y la carrera.
Esto parecía una telenovela, y no tiene para terminar, porque sigue dando vueltas y tela de dónde cortar.
La primera sorpresa fue que la Brito obtuvo, contra todo pronóstico, el protagónico de 'La desalmada', producción que José Alberto Castro había ofrecido primero a Ana Brenda Contreras, que ella tuvo que dejar ir por su contrato con la serie de Netflix 'Pálpito', misma que acaba de tener que dejar debido a los retrasos de producción en Colombia debido a los repuntes de COVID.
Brito ya había perdido oportunidades de trabajo con Juan Osorio y otras producciones, así que el obtener este rol fue considerado la ocasión del perdón de la empresa y del público. Fue entonces, al saberse ya segura y de vuelta ante las cámaras, que la actriz decidió dar una vuelta al argumento, digna de cualquier melodrama: ella misma contrademandó invasión a la privacidad al fotógrafo agredido, al que aún no compensa por la pérdida de su equipo, algo que debió haber hecho en un principio, pero que por alguna razón pospuso hasta ahora.
El paparazzo —recordemos que Paparazzi es plural, porque muchas veces no se hace la diferencia al escribir este extranjerismo — reveló al programa 'Despierta América', que ahora él enfrenta un nuevo proceso legal en Quintana Roo.
En la charla, el fotógrafo aseguró que se encontraba a la salida del ministerio público, pues fue citado a declarar por la denuncia de la actriz, que ya está grabando la telenovela en los foros de San Ángel, por lo que en tribunales solo se presentó su representante: "Vine a comparecer", dijo a control remoto Zepeda. "... Lo solicitó el Ministerio Público porque me está denunciando Livia Brito como probable responsable de invadir su privacidad".
Zepeda también destacó que no cree que esta demanda proceda, pues al ser la Brito una celebridad y encontrarse en un lugar público puede ser fotografiada sin que esto incurra en alguna sanción: "Ella alega que la privacidad debe de respetarse, y es cierto, pero al ser figura pública debe de entender que en lugares públicos es imposible que no se le acerque la gente o que no le tomen una foto".
Curiosamente —aunque en México no lo es tanto — la demanda de la famosa procedió más rápido mientras la que interpuso Zepeda por agresiones, daños y robo, lleva más de un año de moverse lentamente en los tribunales; esto es una muestra de las influencias que se mueven en el sistema donde la celebridad parece estar por encima de una persona ordinaria.
Si bien la ley en este caso da la razón a Zepeda, la actriz, que ha recuperado las fuerzas que parecía haber perdido y ahora se revictimiza ella misma con esta denuncia, busca dejar de lado que ella y Mariano Martínez —que en ese momento era su pareja — lo agredieron, golpearon y despojaron, algo de lo que han buscado distraer la atención de los medios.
"Es un recurso que está interponiendo la señora Livia Brito y es casi para justificar el hecho de que me golpearon y se llevaron mis cosas porque realmente no se puede ver de otra manera", concluyó Zepeda, quien buscará llegar hasta las últimas consecuencias y desarmar esta frívola denuncia, mientras que 'La Desalmada', como parece que se le va a quedar el apodo a la Brito, se mantiene calladita y bonita, grabando la telenovela que sin duda se beneficiará en ratings por toda esta controversia.
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