La deuda pendiente que dejaron los Oscar con 'El señor de los anillos'
Los 11 premios Oscar de 'El retorno del rey' no suplieron un vacío que la Academia de Hollywood se niega a llenar
El señor de los anillos hizo historia en los Óscar. Después de conformarse con galardones en categorías técnicas con La comunidad del anillo y Las dos torres, la Academia de Hollywood consagró esta adaptación de la obra de Tolkien otorgando nada más y nada menos que 11 estatuillas a El retorno del rey. Con esta cifra, con la que hizo pleno en todas sus nominaciones, se situó a la altura de clásicos como Ben-Hur o Titanic y nos dejó la sensación de que los premios cayeron rendidos ante las cintas de Peter Jackson en todos los sentidos. Sin embargo, los Oscar sí dejaron una deuda pendiente con la Tierra Media.
Pese a los muchos reconocimientos, El señor de los anillos no se llevó ninguno en el terreno interpretativo. Aun teniendo un reparto lleno de estrellas como Viggo Mortensen, Cate Blanchett, Hugo Weaving, Orlando Bloom, Elijah Wood, Andy Serkis o Sean Bean, únicamente Ian McKellen obtuvo una única nominación en la edición de los Oscar 2002 por su papel como Gandalf en La comunidad del anillo, el cual perdió a favor de Jim Broadbent por el drama británico Iris.
Valorando que la presencia de algunos actores y actrices es limitada se podría llegar a entender. Por ejemplo, por mucho que Cate Blanchett nos conquistara con su enigmática interpretación de Galadriel, no la vemos más allá de unas pocas escenas en las que no tuvo tiempo para ofrecer un recital actoral arrebatador. Además, dar vida a personajes tan definidos por las novelas de Tolkien, en los que cambiar una coma de un diálogo puede desatar la ira de los fans, puede encorsetar con facilidad, como creo que les pasó a algunos de los grandes protagonistas como Viggo Mortensen.
Si a eso le sumamos lo coral que fue el reparto, se hace entendible que a los académicos les costara fijarse en una interpretación digna de nominación en la trilogía de Peter Jackson. Sin embargo, si miramos en profundidad los trabajos interpretativos de este primer salto al cine en acción real de El señor de los anillos, no es difícil percatarse de que fue en parte injusto, ya que muchos secundarios, como Andy Serkis, Sean Astin o Miranda Otto, ofrecieron trabajos para el recuerdo.
Actuaciones que merecieron reconocimiento
En el caso de Serkis, solo hay que fijarse en la conversación entre las personalidades de Smeargol y Gollum en Las dos torres, cuando el actor cambia entre las dos vertientes de la criatura mientras discurre sus planes para arrebatarle el anillo a Frodo. La cantidad de matices y expresiones de su rostro y los cambios bruscos de registro dejaron la que posiblemente fuera una de las mejores interpretaciones del 2002. No obstante, aquí entró en juego el factor de que el personaje fue creado con captura de movimiento digital, lo que hizo difícil discurrir qué detalles interpretativos aportó Serkis y cuáles fueron trabajo de los artistas de efectos especiales.
Fijándonos en detalles como la voz, se aprecia a la perfección que el grueso interpretativo corrió a cargo del actor, aunque, valorando que hoy los Oscar siguen cerrados a reconocer actuaciones digitales, se entiende que no se plantearan su nominación a Mejor Actor de Reparto. Aunque no podemos decir lo mismo de actrices como Miranda Otto, quien cargó con todo el protagonismo femenino de Las dos torres y El retorno del rey dando vida a Eowyn, personaje al que imbuyó de gran ferocidad en la acción y de una fuerza dramática arrebatadora en sus duelos por su familia, Roham o su interés amoroso fallido hacia Aragorn.
También llama la atención en las interpretaciones de los hobbits, en las que actores como Sean Astin fueron capaces incluso de arrebatar el protagonismo al mismísimo Frodo Bolson. El cariño que infundió al personaje de Sam Gamyi, el sentimiento que transmitió en secuencias como su discurso al final de Las dos torres o el ímpetu en los duros compases finales del viaje a Mordor, lograron incluso sacarnos alguna lágrima. Lo mismo para intérpretes como Billy Boyd, cuya carga dramática en El retorno del rey como Pippin dejó alguno de los momentos más emotivos de la franquicia y bien podrían haber merecido una nominación por parte de la Academia de Hollywood.
Duele bastante que fueran ignorados en el terreno académico, ya que tras El señor de los anillos sus carreras se alejaron de grandes producciones y cintas de prestigio y un reconocimiento en premios podría haber cambiado las tornas. En el caso de Miranda Otto, sí pudimos verla en La guerra de los mundos de Steven Spielberg, Deuda de honor de Tommy Lee Jones, la serie Sabrina de Netflix o en algún pequeño fenómeno de terror como Annabelle o Háblame, pero mayormente en roles secundarios donde no ha tenido hueco a destacar. Peor fue para Astin y Boyd, quien han visto su carrera estancada en producciones menores y títulos de serie B que poco tienen que ver con el éxito que vivieron durante el estreno de las adaptaciones de Tolkien.
La historia se repite en los Oscar
Al final, El señor de los anillos se fue de vació en los Oscar en un terreno donde también tenía buen material para sobresalir. Aunque eso sí, este movimiento no es extraño en grandes producciones comerciales.
Por ejemplo, Titanic, pese a arrasar también con 11 estatuillas, tampoco se llevó ningún premio interpretativo y ni siquiera consiguió la nominación para Leonardo DiCaprio. Este mismo año, Margot Robbie también se ha quedado sin su nominación por Barbie y en la pasada edición ocurrió lo mismo con Tom Cruise y su trabajo en Top Gun: Maverick. Además, Avatar, donde actrices como Zoe Saldaña ofrecieron trabajos de altura, se enfrentó al mismo problema que Serkis con el apartado digital y ni siquiera sonó para nominación actoral en 2009 ni en la edición pasada por El camino del agua.
Es decir, que el problema no parece limitado a que tuvieran poco ojo en los actores y actrices de El señor de los anillos, más bien en que en estas grandes producciones comerciales hay tantas cosas a valorar que siempre hay detalles que se pasan por alto, y más cuando hablamos de cintas con un reparto tan coral o con otros apartados más llamativos como la acción. Aunque, teniendo en cuenta el éxito tan rotundo en los Oscar de 2003 con El retorno del rey, es casi seguro que ninguno de los responsables de El señor de los anillos tiene una espina clavada por esta deuda pendiente.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.
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