Jordi Cruz: el chef más popular nos descubre su Barcelona a la carta
Su fama de jurado implacable le precede. Pero no es tan fiero el león como lo pintan. Jordi Cruz es sobre todo un trabajador incansable, un cocinero dedicado e innovador que ha puesto su creatividad al servicio de la más alta gastronomía. Al frente de ABaC desde hace catorce años, su buque insignia y uno de los templos culinarios de mayor renombre, con tres estrellas Michelin, cuenta también con Angle y Atempo, cada uno con una estrella, además de con Ten’s, cuya base son las tapas. El popular y televisivo chef nos descubre sus rincones favoritos de Barcelona paso a paso o, en su caso, plato a plato.
-¿Qué es lo mejor de vivir aquí, en Barcelona?
-Lo mejor de vivir en Barcelona es la energía que se respira. Es una ciudad que lo tiene todo: mar, montaña, una oferta cultural increíble y, por supuesto, una de las mejores escenas gastronómicas del mundo. Además, su mezcla entre modernidad y tradición la convierte en un lugar muy especial para vivir y trabajar.
-Sus tres mayores virtudes, para ti.
-La diversidad cultural y gastronómica; la arquitectura, especialmente las obras de Gaudí, que me inspiran mucho. Y la cercanía con la naturaleza, donde puedes desconectar del bullicio en cuestión de minutos.
-¿En qué momento del año disfrutas más de la ciudad?
-La primavera es mi época favorita. La ciudad despierta, las terrazas se llenan de vida y los mercados empiezan a ofrecer productos de temporada que son una auténtica delicia para cualquier cocinero.
“Es una ciudad que lo tiene todo: mar, montaña, una oferta cultural increíble y, por supuesto, una de las mejores escenas gastronómicas del mundo”
-¿Tienes un rincón, un lugar favorito al que siempre vuelves en momentos concretos?
-El Parque de la Ciutadella es uno de mis lugares favoritos. Me gusta pasear por allí para desconectar. Y también me encanta la Barceloneta, un lugar que, pese al turismo, sigue teniendo mucho encanto.
-Si quieres perderte por uno de sus barrios…, ¿dónde podríamos encontrarte?
-En el barrio de Gràcia. Tiene un ambiente único, un aire de pueblo dentro de la gran ciudad. Me encanta pasear por sus plazas y tomar algo en sus terrazas.
-¿Con qué platos o recetas identificarías a Barcelona?
-Sin duda, con el pa amb tomàquet. Es un plato sencillo, pero lleno de sabor y significado. Representa la esencia de la gastronomía catalana: ingredientes de calidad, sencillez y respeto por el producto.
-Naciste y te criaste en Manresa, ¿cuál fue tu primer contacto con la cocina?
-Mi primer contacto con la cocina fue en casa, viendo a mi madre y a mi abuela cocinar. Me fascinaba cómo transformaban ingredientes sencillos en platos llenos de sabor. Fue allí donde nació mi amor por la gastronomía.
-¿Cuáles son los sabores de tu infancia y de tu juventud?
-Los sabores de los guisos tradicionales que hacía mi abuela, esos sofritos cocinados a fuego lento. También recuerdo con mucho cariño los dulces caseros que preparábamos en familia durante las fiestas.
-De aquella época, ¿qué lugares frecuentabas que aún hoy siguen abiertos y te gusta visitar de vez en cuando?
-El horno de pan de mi barrio, en Manresa, sigue siendo una parada obligatoria cuando vuelvo. También el mercado de la ciudad, donde aprendí muchísimo, simplemente observando.
Los templos gastronómicos de Jordi Cruz
ABaC: “Los clientes encuentran una experiencia gastronómica total, donde cada detalle está pensado para sorprender y emocionar. Combina excelencia culinaria, un servicio impecable y una atmósfera única”. Avda. del Tibidabo, 1.
ANGLE: “Es una cocina precisa, donde el producto es el protagonista absoluto”, dice el chef. Su menú ofrece una experiencia gastronómica tan completa como excepcional, merecedora de la estrella Michelin. C. d’Aragó, 214.
ATEMPO: Según el propio Jordi Cruz, el de Atempo “es un concepto que mezcla tradición e innovación. Tiene una cocina abierta que lo hace muy dinámico”. De nuevo, una estrella Michelin para este acogedor restaurante. C. de Còrsega, 200.
TEN’S: Un local moderno y elegante del que el afamado chef dice: “Es un concepto más informal, pero la calidad sigue siendo lo más importante”. El lugar ideal para probar las tapas de siempre, junto a otras más creativas. C. del Rec, 79.
-Con cuatro restaurantes que dirigir, ¿te da tiempo a salir a comer o cenar para tomar también el pulso gastronómico de la ciudad?
-Siempre intento hacer tiempo. Es fundamental estar al tanto de lo que pasa en la escena gastronómica de la ciudad para seguir evolucionando.
-¿Tu último descubrimiento?
-Un pequeño restaurante en Poblenou que mezcla cocina asiática con productos locales. Me sorprendió mucho por la frescura de sus platos.
-¿Qué hace de ABaC uno de los grandes templos gastronómicos de nuestro país?
-ABaC combina excelencia culinaria, un servicio impecable y una atmósfera única. Cada visita es una experiencia que va más allá de la comida.
-¿Y cómo es el viaje gastronómico que propone Jordi Cruz?
-Es un viaje donde los sabores familiares se presentan de una forma nueva y emocionante. Siempre busco sorprender y crear experiencias inolvidables para los comensales.
-¿Qué encuentran los clientes en ABaC? ¿Y qué te motiva cada día tras casi quince años al frente?
-En ABaC, los clientes encuentran una experiencia gastronómica total, donde cada detalle está pensado para sorprender y emocionar. Lo que me motiva es la búsqueda constante de la perfección y la innovación.
-¿Cuáles son tus manías en la cocina?
-Me obsesiona la limpieza y el orden en la cocina. Todo tiene que estar en su lugar.
-¿Con lo que más disfrutas?
-Me encanta el proceso creativo, desde pensar en un plato hasta ver cómo lo disfrutan los comensales.
-Tus sabores favoritos.
-Me encanta el sabor de los sofritos bien hechos y el umami de ciertos ingredientes como las setas.
Un plato que siempre repites en casa.
-Los canelones. Es un plato clásico que nunca falta en mi casa.
-¿Algún alimento con el que no puedas por mucho que lo intentes?
-Las mollejas. No es un producto que me apasione, aunque he intentado trabajar con ellas.
Sus direcciones
De mercado: El Mercado de Sant Antoni (C. del Comte d’Urgell, 1) es uno de mis favoritos, con una gran oferta de productos frescos.
Caprichos gastro: Vila Viniteca (varias direcciones) tiene una selección de quesos increíble. Es un lugar que no te puedes perder si te apasiona el queso.
Para golosos: La Pastelería Escribà (Gran Via de les Corts Catalanes, 546 y Rambla de les Flors, 83) es un clásico. Sus croissants son un imprescindible.
Cocina de vanguardia: Disfrutar (C. de Villarroel, 163) es siempre una apuesta segura. Su menú degustación es pura creatividad.
Cocina tradicional: Ca l’Isidre (C. de les flors, 12) es un clásico. Sus guisos y platos de temporada son de lo mejor. También me gusta ir a Can Culleretes (C. d’en Quintana, 5), el restaurante más antiguo de Barcelona.
La hora del 'brunch': Brunch & Cake (varias direcciones) siempre me sorprende. Su creatividad y variedad de platos son increíbles.
Buenas tapas: Cal Pep, en el Born (Plza. de les Olles, 8 ). Las almejas y los calamares a la romana son imprescindibles.
Con amigos: Si prefieres un ambiente moderno y sofisticado, SIPS (Muntaner, 108) es el lugar ideal. Es un bar de cócteles de autor, donde cada bebida es una obra de arte.
'Afterwork': Un lugar ideal para el tardeo en Barcelona es la terraza del Hotel Monumental (Pg. de Gràcia, 75), con unas vistas impresionantes. Recomendaría probar su margarita o su cóctel de autor con cava.
Comer a pie de playa...: La Mar Salada (Pg. de Joan de Borbó, 58-59) en la Barceloneta. Sus arroces, en especial el arroz negro, son espectaculares.
Cena para dos...: Para una cena romántica Dos Palillos (C. d’Elisabets, 9) es perfecto. La fusión de cocina asiática y mediterránea es inmejorable para una noche especial.
Plan en familia: Un día en Montjuïc. Entre los museos, los jardines y la posibilidad de hacer un pícnic, es un plan perfecto para disfrutar en familia.
Un mirador único: El mirador de las Baterías del Carmel (C. de Marià Labèrnia, S/N) es espectacular. Las vistas de toda la ciudad desde allí son impresionantes.
Una librería para conocer: Laie. No solo tiene una gran selección de libros, sino que también ofrece un espacio acogedor para leer y reflexionar.
Tu museo favorito: El MEAM (Museo Europeo de Arte Moderno - C. de la Barra de Ferro, 5) es un lugar especial para mí. Ofrece una colección de arte figurativo contemporáneo que me resulta muy inspiradora.
Un patio secreto: El patio del Ateneo Barcelonés (C. de la Canuda, 6). Es un rincón lleno de paz y muy tranquilo, perfecto para desconectar en pleno centro.
Para escuchar música: Siempre he disfrutado de la música en directo. Razzmatazz (C. dels Almogàvers, 122) y Apolo (Carrer Nou de la Rambla, 113) son dos salas icónicas en Barcelona donde he vivido momentos inolvidables.
Para mantenerse en forma: Entreno en DiR Gràcia (Gran de Gràcia, 37). Es un gimnasio muy completo con un ambiente fantástico.