La princesa Diana y Kevin Costner estaban planeando hacer una película cuando ella murió

La cantante Whitney Houston, el actor Kevin Costner y su esposa Cindy Costner asisten al estreno de
La cantante Whitney Houston, el actor Kevin Costner y su esposa Cindy Costner asisten al estreno de "El guardaespaldas" en Hollywood el 23 de noviembre de 1992 en el Teatro Chino Mann's en Hollywood, California. (Foto de Ron Galella, Ltd./Colección Ron Galella a través de Getty Images)

Kevin Costner y Whitney Houston protagonizaron uno de los placeres culpables más populares de los años 90: El guardaespaldas. Cómo olvidarla… ¿verdad? Corría el año 1992 y ni las malas críticas pudieron frenar nuestra curiosidad por descubrir la historia de amor entre una estrella musical y su protector. Por ser testigos del gran debut de la cantante como actriz, con el añadido inconfundible de sus poderosas cuerdas vocales. El resultado fue un éxito internacional que no solo se coronó como la producción más taquillera de 1992, sino que más de 30 años después sigue siendo dueña de la banda sonora más vendida de todos los tiempos.

Por ese motivo, resulta sorprendente que nunca se hizo una continuación. Sobre todo cuando El guardaespaldas fue una producción extremadamente rentable al haber costado $25 millones y recaudado $411 millones (Fuente: The-Numbers). Sin embargo, estuvo a punto de hacerse. Kevin Costner no solo tenía una idea en marcha, sino que contaba con una figura internacional interesada en acompañarlo como nuevo interés amoroso. Una figura que habría provocado un terremoto mediático de haber protagonizado la historia: Diana de Gales.

La Princesa Diana Dejando El Mortimer Market Centre En Londres Después De Una Sesión Informativa Del National Aids Trust. (Foto de la biblioteca de imágenes de Tim Graham/Getty Images)
La Princesa Diana Dejando El Mortimer Market Centre En Londres Después De Una Sesión Informativa Del National Aids Trust. (Foto de la biblioteca de imágenes de Tim Graham/Getty Images)

Kevin Costner mantuvo el secreto durante años. Sin embargo, cuando el rumor comenzó a circular en Internet, no tuvo más remedio que confirmarlo. Lo hizo por primera vez en 2012 cuando reveló que la historia iba a traer de vuelta a su personaje, el guardaespaldas de famosos Frank Farmer, pero que en esta ocasión debía proteger a Diana del acecho de acosadores y paparazzi. Hasta que, una vez más, la relación pasaba al plano romántico (Fuente: The Guardian). De todos modos, la princesa no iba a interpretarse a sí misma, sino a una mujer llamada Julia.

Lo interesante de esta historia es que no se trataba de un proyecto que se comentó de manera fugaz, o que surgió como una posibilidad lejana. En realidad, Costner habló con Diana sobre la idea. Y no solo estaba interesada, sino que existe un guion que el actor recibió un día antes del accidente automovilístico que acabó con la vida de la princesa el 31 de agosto de 1997.

"Las primeras 30 páginas eran totalmente ella", dijo sobre el guion en una entrevista con la revista Premiere (vía The Guardian). “Era digno, sexy, inteligente, divertido - pero no pude terminarlo. Me detuve. Me rompió el corazón", afirmó al leer esas páginas justo cuando la princesa acababa de morir.

Por imposible que parezca, Lady Di estaba considerando la posibilidad de seguir los pasos de Grace Kelly, pero al revés. Pasando de princesa a actriz de la gran pantalla. Habían pasado cinco años desde la separación oficial con el príncipe Carlos y se encontraba viviendo una etapa de nueva libertad, centrada en apoyar las causas que más le importaban a nivel humano, pero siendo una de las figuras mediáticas más buscadas y solicitadas del mundo. Y en esa nueva vida, aparentemente entraba la posibilidad de ser actriz.

“Probablemente hubiera pasado”, dijo Kevin Costner a Good Morning America en 2019. “Sabía que estábamos trabajando con ella en mente. No hablé con nadie del tema, era algo privado entre ella y yo”, aseguraba para entonces confirmar con total seguridad que Diana “estaba interesada”.

Al parecer, Sarah Ferguson -la exesposa del príncipe Andrés- fue la responsable de ponerlos en contacto, formando parte de la gestación del proyecto y apoyando a la princesa en la posibilidad de convertirse en actriz. “Sarah fue instrumental. Algo que siempre admiré de Sarah fue lo abierta que estaba a la idea y lo mucho que la apoyó. Y claramente lo mucho que le gustaba Diana”, añadía Kevin Costner en una entrevista para Lorraine.

El actor de Yellowstone y su futura compañera de reparto discutieron el proyecto por teléfono. Seguramente Diana tendría muchas preguntas o dudas en torno a un salto de esta magnitud, sin embargo, solo le preguntó si iban a tener que besarse. “Lo dijo muy respetuosamente… estaba un poco nerviosa porque su vida estaba muy gobernada. Y le dije ‘Si, habrá un poco de eso, pero haremos que salga bien’”, contó Costner a People. “Le dije que iba a cuidar de ella de la misma manera que había cuidado de Whitney”, compartió el actor en otra ocasión durante una entrevista de 2012 para Anderson Cooper.

Solo podemos imaginar el tsunami mediático que habría provocado una secuela de El guardaespaldas protagonizada por Lady Di. No solo por la conversación que habría generado ver a la princesa en brazos del actor, besándolo y demostrando dotes artísticas que habrían sido diseccionadas desde diferentes ángulos. Sino también por la reacción de los tabloides británicos, las expectativas en torno a la reacción de la familia real y las imágenes históricas que nos habría dejado para el recuerdo. Sin hablar de la carrera como actriz que habría despertado en la vida de la princesa, abriendo un camino que lamentablemente jamás sabremos si hubiera continuado o no. Pero, tal y como demuestra la repercusión de las últimas temporadas de The Crown, el interés habría sido masivo y todavía seguiríamos hablando de ella.

En cierto sentido tampoco me extraña que Lady Di hubiera estado dispuesta a dar el salto a Hollywood. Porque a pesar del acoso mediático y el escrutinio constante que sufrió durante su vida adulta, y que seguramente se habría incrementado como estrella de una película, estamos ante una mujer que aprendió a tocar el piano, que había estudiado ballet y que le encantaba el mundo de las artes (como demostró bailando en un evento privado en la Royal Opera House de Londres durante un cumpleaños del príncipe Carlos en 1985). Por lo tanto, me atrevería a sospechar que, tal vez, había una motivación artística y personal que no tenía nada que ver con la percepción externa.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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