Netflix y el dilema con ‘Love is Blind’ que nubla su propósito romántico

Netflix encontró un nicho importante para competir con la televisión tradicional cuando se lanzó al universo de los realities. Algunos pasaron por el servicio sin hacer ruido pero otros se convirtieron en señas de identidad internacional para la plataforma, como fue el caso de The Circle y Love is Blind que, ante el éxito cosechado, tuvieron varias temporadas y versiones adaptadas en diferentes países. Sin embargo, este filón que parecía no tener fin comienza a complicarse porque uno de esos realities estrella se encuentra en la mira a raíz de las demandas presentadas por varios concursantes que lo acusan de ser una experiencia “traumática”.

Se trata de Love is Blind, el reality que pretende demostrar si el amor es ciego aislando a un grupo de solteros en un mismo edificio, organizando citas que mantienen desde habitaciones diferentes para que vayan conociéndose y, con suerte, enamorándose. La revelación física llega únicamente cuando las parejas se comprometen, dando lugar a la segunda parte del concurso donde los futuros esposos conviven y descubren si tienen atracción física hasta llegar a la decisión definitiva en el altar. El formato suele ser un éxito con cada temporada, apareciendo en el Top 10 de lo más popular de la plataforma en las semanas de emisión. Sin embargo, este reality cuyo propósito radica en idealizar el amor por encima de la superficialidad física, podría encontrarse en una encrucijada complicada.

La demanda que podría dar un vuelco a la imagen del reality

Renee Poche, una de las concursantes de la quinta temporada, demandó a Netflix y la compañía productora de Love is Blind, Delirium TV, citando drogas, abuso, encarcelamiento y angustia emocional detrás de escenas en los documentos. La demanda busca anular su contrato alegando haberle causado angustia emocional intencionalmente, junto con numerosas violaciones de los códigos cívico y laborales.

La concursante, una veterinaria de Texas, llegó al reality después de que un agente de casting la contactara a través de Instagram en noviembre de 2021, según cita Variety tras hacerse eco de la demanda. Tras pasar un proceso de entrevistas fue seleccionada para formar parte de la quinta temporada del experimento. Sin embargo, según su demanda, la experiencia no fue nada idílica. La mujer alega que en la primera noche, el personal de producción confiscó su teléfono, pasaporte y licencia de conducir y la mantuvo encerrada en una habitación de hotel sin poder salir sin acompañante.

Tras formar parte del concurso terminó emparejándose con un hombre llamado Carter Wall que, según describe, estaba arruinado, desempleado, sin vivienda y era adicto a las anfetaminas y al alcohol. Poche mantiene que la producción la obligó a pasar largos períodos con él, un hombre que, además, describe como abusivo. La relación terminó después de concluir la filmación.

Si bien la quinta temporada se emitió en septiembre de 2023, Poche presentó la demanda ahora después de Delirium buscara un arbitraje privado contra Poche por supuestamente violar su acuerdo de confidencialidad al haber realizado comentarios públicos y críticos contra el programa. Por ese motivo, la productora pidió una compensación de 4 millones de dólares a Poche, cuando ella tan solo cobró 8.000 dólares por su participación.

“Mi experiencia en Love is Blind fue traumática”, dijo la veterinaria a Variety. “Me sentí prisionera y no tuve apoyo cuando le hice saber a Delirium que no me sentía segura. Intenté lidiar con estas emociones con el tiempo y finalmente sentí que necesitaba compartir lo que había sucedido”.

Un dilema que crece con demandas polémicas

A las acusaciones de “abuso”, “encarcelamiento” y “angustia emocional”, Love is Blind se encuentra en la mira de otras demandas de tono similar. Por ejemplo, otra participante de la quinta temporada llamada Tran Dang demandó a Delirium y Kinetic Content (no a Netflix) de agresión sexual, encarcelamiento ilegal y negligencia.

La joven asegura que sufrió abuso sexual por parte de su ex prometido, Thomas Smith, durante la grabación de la última temporada en México en mayo de 2022. La pareja se había comprometido pero, extrañamente, no aparecieron en los episodios emitidos. Curiosamente, dicha temporada terminó mostrando a solo tres parejas lidiando con la vida real hasta el día de la boda cuando, normalmente, mostraban a cinco.

Dang alega que Smith “la manoseó incesantemente”, “se expuso desnudo” y “tuvo contacto sexual por la fuerza y repetidamente" sin su consentimiento y que, debido al formato de grabación constante, las productoras habrían filmado los “actos traumatizantes”, según Independent. Por su parte, el abogado del hombre negó las acusaciones (Today) y el creador de Love is Blind, Chris Coelen, insistió a People que “nunca se le dijo a la producción que se sentía insegura o que había experimentado las acusaciones que hizo”.

A su vez, Dang pinta una imagen dudosa sobre el formato al repetir -como en la demanda citada anteriormente- que no se le permitía salir de su habitación de hotel “sin permiso expreso” y que, en varios días de filmación, les proveían de “varias bebidas alcohólicas y limitadas cantidades de comida”. “Esta combinación fue diseñada para alentar a los participantes a participar en conversaciones y acciones sorprendentes que aumentarían los índices de audiencia", afirma su petición.

A su vez, otro concursante de la segunda temporada llamado Jeremy Hartwell también demandó a Netflix y productores del reality en 2022 por “condiciones de trabajo inhumanas” y “salarios mínimos” repitiendo las acusaciones de abundancia de alcohol, poca comida y agua (NBC). Según la demanda, los productores habrían pagado a los concursantes una tarifa fija de 1.000 dólares por semana, aunque trabajaban hasta 20 horas al día, siete días a la semana. Es decir, pagándoles $7,14 por hora, una cifra que estaría por debajo del salario mínimo en el condado de Los Ángeles de al menos $15 por hora. Un año después, Nick Thompson y Danielle Ruhl de la misma segunda temporada -que llegaron a contraer matrimonio en el final aunque se divorciaron tiempo después- acusaron la falta de apoyo de salud mental (Insider). Ruhl explicó que había revelado sus ideas suicidas antes de las grabaciones pero que la eligieron de todos modos., mientras Thompson mantiene que llegó a rozar la quiebra tras quedarse sin trabajo y ver que, ahora, no lo toman en serio en ninguna entrevista laboral tras su paso por el reality (USA Today). En la actualidad se ha convertido en un activista constante en la lucha por los derechos laborales y reconocimiento de los personajes que trabajan en realities.

El CEO de Kinetic Content negó que la concursante hubiera expresado sus problemas de forma oficial y que, de haberlo hecho, no habrían continuado filmando con ella (Variety), manteniendo que explican todo el procedimiento a los concursantes desde el principio, ofreciéndoles pagar sesiones de terapia si lo necesitan.

De momento, las demandas siguen su curso y Love is Blind ya tiene grabada una sexta temporada que se estrenaría en San Valentín de 2024. No obstante, para tratarse de un reality que pretende crear un mensaje de amor interno basado en la conexión humana por encima de la atracción física, sin dudas las diferentes acusaciones colocan al formato en un terreno gris.

Por un lado, si Renee Poche gana su demanda –la representan dos abogados llamados Bryan Freedman y Mark Geragos que, junto a Bethenny Frankel de Las amas de casa reales de Nueva York están liderando una campaña para conseguir protecciones laborales para las estrellas de la telerrealidad–, podríamos estar ante un cambio legal y radical en los acuerdos de confidencialidad que restringen a los concursantes a la hora de hablar de sus colaboraciones televisivas. Mientras que, en líneas generales, si los concursantes llegaran a ganar sus disputas con un juez dándoles la razón a sus alegatos de situaciones traumáticas, Netflix tendría un dilema por delante a la hora de mantener uno de sus realities más exitosos, habiendo creado una imagen de formato romántico cuando, detrás, algunos de sus participantes aseguran haberlo pasado mal. Por ahora toca esperar. Las casas productoras niegan las acusaciones y mantienen que siempre apoyaron a los concursantes, informándolos de los detalles del formato y asegurándose su bienestar.

En principio, además de sus versiones japonesas y brasileras, Love is Blind fue renovada para una séptima temporada que todavía no tiene fecha de estreno.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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