Teatro 2024: el año de un rey desmesurado, una cartelera poblada de estrellas y signos contradictorios en salas estatales
En lo que refiere a la actividad escénica, el año que culmina está marcado por la agenda política y por los cambios que se produjeron en organismos culturales tanto a nivel del Ejecutivo nacional con la llegada de Javier Milei a la Rosada como en la ciudad de Buenos Aires, donde todo quedó bajo el mismo partido gobernante con el triunfo de Jorge Macri. Como telón de fondo, la crisis económica, con el descenso de consumo en todos los niveles, también dejó su marca en lo que se refiere a espectadores.
El año se inició con dos postales en Buenos Aires y Mar del Plata de signos distintos, aunque no necesariamente opuestos. El centro porteño fue el lugar en donde se realizaron diversas manifestaciones contrarias al cierre del Fondo Nacional de las Artes y del Instituto Nacional del Teatro (NT), organismo de fomento clave para la escena independiente de todo el país. En los planes originales de aquello que se llamó Ley Ómnibus, el Ejecutivo proponía el cierre de ambos organismos (cosa que, finalmente, no sucedió).
Las demoras en las designaciones del director ejecutivo del INT (Mariano Stolkiner asumió esa responsabilidad recién cuatro meses después de iniciada la gestión libertaria) y del nuevo equipo del Teatro Nacional Cervantes (Gonzalo Demaría fue nombrado tres meses más tarde) fue aumentando el malestar del sector.
De besos y arrumacos a un mimo para el bolsillo
En paralelo, la otra postal la aportó Mar del Plata. Frente a la pérdida de poder adquisitivo y la disminución de consumo cultural, el empresario teatral Carlos Rottemberg puso en marcha aquello que llamó como “precios amigables” para sus seis salas en La Feliz. Aquella iniciativa que estableció como precio máximo de las entradas 12.000 pesos se terminó extendiendo a todos los teatros comerciales marplatenses. Los resultados de esa iniciativa fueron contundentes: la temporada cerró con un incremento del 33 por ciento en venta de entradas en relación con 2023 (Buenos Aires y en Carlos Paz culminaron con signo negativo en lo que hace a cantidad de público). Para lograr este milagro marplatense fue clave el acuerdo entre productores, dueños de salas y de todos los elencos que consensuaron acomodar sus pretensiones de cachet en tiempos de bolsillos flacos. La temporada 2024 en MDQ aportó otra postal única que dio mucho que hablar: Javier Milei fue en dos oportunidades a ver a su novia de entonces, Fátima Florez. La segunda vez fue a pocas horas de que el Congreso aprobara la nueva versión de la Ley Ómnibus. Una vez finalizado el show, el mandatario se subió al escenario.
De los lobos de mar a la ciudad de la furia
En lo que refiere al circuito comercial porteño hubo verdaderos tanques en términos de recaudación y venta de entradas. Cuando en abril Mercedes Morán e Imanol Arias estrenaron Mejor no decirlo inmediatamente se convirtió en un fenómeno popular a pesar de que las entradas fueron las más costosas de la avenida Corrientes. En mayo, desembarcó Felicidades, con Griselda Siciliani, Adrián Suar, Jorgelina Aruzzi y Benjamín Vicuña. Fue otro éxito. Desde otra perspectiva, implicó la llegada de una obra de un dramaturgo vinculado con la escena alternativa, como es Mariano Pensotti, al circuito comercial. En varios momentos, esa propuesta compartió los primeros puestos en las estadísticas de audiencia con otro texto “casi” local: Esperando la carroza, del uruguayo Jacobo Langsner. Con la llegada de las vacaciones de invierno, el momento del año de mayor consumo teatral, School of Rock, el musical con Agustín “Soy Rada” Aristarán y Ángela Leiva, en apenas seis semanas acaparó la atención de unas 80.000 personas.
Según cifras de Aadet, la cámara del circuito comercial, hubo una disminución del 9 por ciento en cantidad de espectadores en comparación con 2023. No obstante, también rindieron obras como Mamma mia!, el musical con Florencia Peña que se había estrenado en Carlos Paz y que ya está haciendo temporada en Mar del Plata, y la segunda temporada de Tootsie, con Nicolás Vázquez. A lo largo de varias semanas, los dos primeros puestos en taquilla lo ocuparon montajes musicales, un género que pasó a ser uno de los preferidos del público argentino.
Otro rasgo distintivo fue la gran cantidad de primeras figuras que poblaron las grandes marquesinas. Claro que el desplazamiento de tantos actores y actrices de amplia llegada popular da cuenta de una realidad mucho menos glamorosa: la falta de trabajo para el sector.
Según datos que aporta Sebastián Blutrach, el presidente de Aadet, a lo largo del año se alcanzó un total de 2,5 millones de espectadores, lo que implica una disminución del 11 por ciento en comparación con 2023. Sin embargo, la cantidad de funciones aumentó un 6 por ciento. “Se realizaron más de 9900, la más elevada de los últimos siete años”, apunta el dueño de El Picadero.
El panorama en los teatros públicos
En lo que hace a los dos teatros más significativos sostenidos con dineros públicos, el Teatro Cervantes y el Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA), la agenda de lo político marcó a ambos organismos, en donde hubo cambios en sus respectivas direcciones. En el primero, se pasó de una desdibujada administración anterior a la del director y dramaturgo Gonzalo Demaría. En el segundo, Gabriela Ricardes, actual ministra de Cultura de la Ciudad, dejó la conducción del CTBA en manos de Alberto Ligaluppi, quien ya formaba parte del su equipo. Por lo cual, ambas temporadas estuvieron marcadas por criterios curatoriales definidos anteriormente.
En el segundo semestre del año en el Teatro San Martín, la nave insignia del CTBA que depende del gobierno porteño, se estrenó El trágico reinado de Eduardo II…, dirigido por Alejandro Tantanian. Esa verdadera maquinaria teatral de fuerte impacto en la actualidad lidera el listado de las mejores obras del año seleccionadas por los críticos de LA NACION. El mismo listado destaca a otras tres obras que se presentaron en el San Martín: La gran ilusión, con puesta del catalán Lluís Pasqual; La mujer fantasma, con dramaturgia y dirección de Mariano Tenconi Blanco y un elenco español, así como Clase póstuma, con dramaturgia y dirección de Alejandro Robino.
La panorámica del CTBA incluye otras fotos de signos preocupante. En la sala Martín Coronado, la sala de mayor valor real y simbólica del circuito, se estrenó solamente una obra de texto a lo largo del año. El Teatro de la Ribera estuvo más tiempo cerrado que con actividad (como había sucedido en 2023). Y cuando abrió sus puertas para funciones regulares lo hizo apelando a una reposición. Sumado a eso, casi como un dato de época, este año cuatro de los títulos programados fueron coproducciones con privados. Según números oficiales, durante 2024 hubo mayor cantidad de funciones y de espectadores para obras de teatro y danza que en 2023 (de 680 se pasó a 898, y de 220.00 a 306.000, respectivamente). Cabe suponer que la larga y exitosa segunda temporada de Cyrano de Bergerac, que protagonizó Gabriel Goity y que actualmente se mudó a Mar del Plata, haya sido un elemento a tener en cuenta para entender la suba de espectadores.
En el Teatro Cervantes, según cifras oficiales, a lo largo de 2024 hubo 8 estrenos en la sala histórica (frente a 9 de 2023) y cuatro en el interior (frente a los 7 de 2023). En lo que hace a espectadores se pasó de 81.147 entradas vendidas a 72.300 de la actual temporada. Ambos registros distan mucho de los 220.697 espectadores registrados en 2015.
La situación en el circuito alternativo
En la ciudad de Buenos Aires hay más de 100 salas alternativas distribuidas en los diferentes barrios porteños. A lo largo del actual período democrático el centro de este circuito fue, y sigue siéndolo por la cantidad de salas, la zona de Almagro/Abasto. En la temporada que culmina, por la repercusión y los nombres de creadores que pasaron por El Galpón de Guevara y por Santos 4040, se ha producido una especie de corrimiento hacia el barrio de La Paternal. En términos de dicho vecindario, hay que sumar a la Fundación Cazadores, un lugar que oficia de plataforma de proyectos de neto corte experimental. De hecho, allí Juan Pablo Gómez estrenó Los bienes visibles, uno de los montajes seleccionados por los críticos de LA NACION, que luego hizo temporada en Santos 4040.
Los corrimientos son en varias direcciones. Y así como obras nacidas y criadas en la escena alternativa se han traslado a salas como el Astros, Maipo, Metropolitan y El Picadero, una obra de la factoría del Teatro Nün de Villa Crespo, como es Quieto, con Miguel Ángel Rodríguez y Florencia Naftulewicz; está en plena mudanza hacia una sala comercial de Mar del Plata para los primeros días de 2025.
Los diversos desplazamientos entre los distintos circuitos teatrales es, y viene siendo desde hace un tiempo, otra de las marcas de la actividad escénica de este 2024 definida a fuego por la situación política y económica.
Los mejores espectáculos del año según los críticos de LA NACION*
El trágico reinado de Eduardo II, la triste muerte de su amado Gaveston, las intrigas de la reina Isabel y el ascenso y caída del arrogante Mortimer. Versión escénica de Eduardo II, de Christopher Marlowe, por Carlos Gamerro, Oria Puppo y Alejandro Tantanian; y dirección de Alejandro Tantanian.
Los bienes visibles. Dramaturgia y dirección de Juan Pablo Gómez.
La mujer fantasma. Dramaturgia y dirección de Mariano Tenconi Blanco.
La gran ilusión. Traducción y versión de Lluís Pasqual.
Clase póstuma. Dramaturgia y dirección de Alejandro Robino.
* Según los votos de los críticos Alejandro Cruz, Carlos Pacheco, Leni González, Juan Carlos Fontana, Mercedes Méndez y Valeria Agis.