Una actriz de ‘Toro salvaje’ encontró otro negocio en Hollywood tras ser nominada al Óscar
Es probable que muchos no recuerden su nombre pero Cathy Moriarty tuvo un debut de altos vuelos en Hollywood. Su primer papel fue ni más ni menos que con Martin Scorsese en Toro Salvaje, la aclamada cinta de boxeo de 1980 sobre el campeón de pesos pesados Jake la Motta protagonizada por Robert DeNiro. En ella interpretó a Vickie La Motta, la modelo, actriz y empresaria que estuvo casada con el boxeador entre 1946 y 1957. Y tal fue el impacto de su trabajo que la Academia, pese a ser una recién llegada a la industria, le otorgó su primera nominación al Óscar a Mejor Actriz de Reparto.
Sin embargo, comenzar su carrera tan arriba no fue sinónimo de mantenimiento en las altas esferas de la interpretación. Después de Toro Salvaje, su carrera se movió generalmente por comedias o películas familiares como Un detecetive en el kinder con Arnold Schwarzenegger, Matinee con John Goodman o Casper con Christina Ricci, lo que hizo que con los años su trayectoria fuera más discreta de lo que cabría esperar. De hecho, se tomó un descanso a partir de los 2000 para priorizar a su familia e hijos.
Pero no se puede decir que Cathy Moriarty no haya tenido una vida activa y que su estatus se viniera abajo. De hecho, apostó por expandirse hacia otros ámbitos en donde su condición de estrella de Hollywood fue clave para el éxito, como ocurrió con la aventura de abrir un negocio culinario en los años '90, cuando estuvo saliendo con un chef llamado Richie Palmer.
Palmer, que creció en el Bronx durante los 60, llevaba trabajando en cocinas desde que tenía 14 años y regentó una pizzería en Nueva York. Cuando se mudó a Los Ángeles, notó que el estilo de pizzas que se cocinaban en la zona estaban lejos de lo que acostumbraba en su ciudad natal. Por ello, pensando en los muchos neoyorquinos que viajan a la otra punta de Estados Unidos, decidió llevar su talento culinario a la costa oeste, donde se asoció con su esposa para abrir una cadena de pizzerías llamada Mulberry Street Pizzeria.
El sitio elegido para abrir el negocio fue Beverly Hills, y qué mejor idea para potenciarlo que usar el prestigio de Cathy Moriarty para atraer al público al local.
La actriz aprovechó sus contactos en Hollywood y en poco tiempo estrellas de la talla de Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Frankie Valli o Mickey Rourke comenzaron a transitar Mulberry Street Pizzeria. Se puede pensar que solo acudieron a hacer un favor a su amiga y compañera de profesión, pero lo cierto es que quedaron tan encantados con la comida que se convirtieron en clientes habituales. Especialmente Stallone.
No obstante, la labor de Moriarty no se limitó a usar su nombre en Hollywood para potenciar el negocio. Ella misma se puso a los fogones y demostró que su talento iba más allá de la interpretación, cocinando de forma esporádica estos platos italianos al estilo neoyorquino y conquistando a clientes y crítica gastronómica. Solo hay que ver reseñas del local como la publicada en Los Ángeles Times en junio de 1995, donde se alaba la comida, el local y el buen hacer de la actriz. “A juzgar por su estilo en el horno de pizza y sus actuaciones en películas como Toro salvaje y Olvídate de París, podrías jurar que fue siciliana en alguna vida pasada", decía el artículo.
De hecho, mientras que en los Los Ángeles es habitual que los famosos abran sus negocios y tras el impacto inicial se aboquen al cierre por la pérdida de interés, Mulberry Street Pizzeria se convirtió en una empresa próspera que se expandió por más locales en la ciudad o en otros lugares como Las Vegas. Si que es cierto que cuando Moriarty y Palmer rompieron su relación en 1997, la implicación de la actriz en el negocio pasó a un segundo plano. Cathy regresó a la interpretación en 2010 pero lejos de las producciones destacadas que había realizado en el pasado.
Pero la huella de la actriz sigue latente en las pizzerías, sobre todo porque actores como Sylvester Stallone, a quien ella atrajo al local por primera vez, continúan acudiendo en repetidas ocasiones. De hecho, hasta podríamos calificar las pizzas de Mulberry Street Pizzeria como las favoritas de la estrella de Rocky, que hasta lleva a sus amigos de Hollywood a probar sus platos e incluso se ha paseado por programas de de televisión admirando el local.
Solo hay que ver fotografías donde se le ve comiendo junto a Al Pacino, su intervención en el talk show estadounidense Sherri comentándolas o que los restaurantes tienen hasta objetos de las películas de Stallone firmados por el actor, como los posters de Rocky que Richie Palmer luce en las redes sociales de la empresa. Sin duda, no se puede decir que Cathy Moriarty y su socio tuvieran mal ojo para los negocios.
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