El giro radical del niño de 'Daniel el travieso' por el que acabó persiguiendo un objetivo muy noble

A Mason Gable lo conocimos en Daniel el travieso, el clásico familiar de 1993 que adaptó el personaje de los cómics de Hank Ketcham, que ya había destacado en televisión una década atrás con una serie animada en la cadena estadounidense ABC. La cinta, que contó con guion de John Hughes y con estrellas como Christopher Lloyd, narraba la historia de este pequeño diablillo con cara de ángel que se empeñaba en hacer la vida imposible a su vecino, el señor Wilson, topándose con un problema mayor ante la llegada de un ladrón al barrio.

Desde luego, una fórmula idónea para que su inquieto protagonista quedara en el recuerdo de los más pequeños, se convirtiera en una prometedora estrella infantil de Hollywood y rivalizara con otros actores de perfil similar como Macaulay Culkin. Después de todo, Mi pobre angelito (1990) había impuesto la moda de las comedias familiares con niños protagonistas, ayudando a que Daniel el travieso fuera un éxito rentable a través de una taquilla de $117 millones. Sin embargo, el destino de Mason Gable fue muy distinto.

Por mucho que prometiera llegar a lo más alto, los papeles no le llovieron después de Daniel el travieso. Tras la película únicamente se dejó ver en comedias como Duro para espiar con Leslie Nielsen, en la cinta de terror Luna roja, en pequeñas apariciones en series como Sala de urgencias o en clásicos como Gattaca. Experimento genético de Andrew Niccol o Tres son multitud de Wes Anderson, aunque siempre en papeles menores.

Además, pese a que en 1998 se lanzó al mercado doméstico una secuela, no regresó para reinterpretar a Daniel. Aunque en este caso la decisión se entiende, ya que la diferencia de cinco años entre la primera y segunda película hizo complicado que mantuviera el aspecto infantil que requería el personaje. Así, su carrera se fue apagando y a partir de los 2000 fue casi misión imposible disfrutar de algún trabajo suyo.

Se mantuvo en activo hasta 2010, cuando cerró su carrera cinematográfica con una película pequeña titulada Golf in the Kingdom en la que compartió reparto con la estrella de La naranja mecánica, Malcolm McDowell. Sin embargo, durante toda esta década solo hizo apariciones puntuales en películas para televisión o apariciones esporádicas en series, puesto que prefirió dedicar su tiempo a desarrollar una trayectoria lejos de Hollywood a la que dio prioridad.

Como bien informa su perfil en la web de la Universidad de California, Mason Gable empezó a realizar trabajos como Director de Relaciones con el Cliente en el sector financiero, aunque esto solo fue algo temporal, puesto que su plan era perseguir un objetivo mucho más noble. Se graduó en Biología Marina e hizo un doctorado en Ciencias e Ingeniería Ambientales, lo que le hizo desarrollar preocupaciones por los problemas del medio ambiente y a poner sus metas en su conservación.

Su intención fue crear un plan de futuro que ayude a las personas a concienciarse sobre el cuidado medioambiental, lo que cree que pasa por darles una mejor comprensión de que se trata de un problema que debe abordarse tanto desde el lado científico como político y económico. De hecho, basa su trabajo en querer cerrar la brecha entre estos tres sectores buscando una estrecha colaboración entre todos ellos.

En la actualidad, a sus 37 años, no suele ser muy abierto a compartir detalles de su vida o trabajo, aunque en sus redes sociales no duda en publicar contenido para concienciar sobre el cuidado del planeta o algún que otro ligero apunte sobre su vida personal. Por ejemplo, como que vive feliz casado con una investigadora del mundo silvestre con quien comparte su pasión por el medioambiente o que en 2019 se convirtió en padre.

Además, aunque haya abandonado Hollywood, no se olvida de sus éxitos en la meca del cine. O al menos en su perfil en Facebook ha dejado caer publicaciones mostrando su cariño hacia Daniel el Travieso. Incluso aprovecha ilustraciones del personaje para perseguir su objetivo actual de concienciar sobre el cuidado del planeta. Aunque no parece que tenga intención de retomar su carrera como actor.

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