Una indirecta de Jack Nicholson lo cambió todo para Michael Keaton en ‘Batman’

Michael Keaton es una de las figuras más emblemáticas del universo cinematográfico de Batman, aunque la historia era muy diferente hace 35 años. Muchos fans pusieron el grito en el cielo cuando se anunció su fichaje para la película de Tim Burton, descontentos y disconformes con la elección, ante la noción generalizada de que se trataba de un actor de vertiente cómica que no tendría nada que aportarle a un superhéroe tan oscuro y dramático (culpa del éxito de Beetlejuice).

Afortunadamente, el actor tapó la boca a sus detractores con una interpretación sombría, elegante, bañada de humor negro que dejó huella en la cultura popular y se coronó como un referente primordial para el resto de encarnaciones. Sin embargo, lo que nadie sabía hasta ahora, es que una faceta de su interpretación se la tenemos que agradecer a su compañero, Jack Nicholson.

Nicholson era el favorito de Warner Bros. para el papel del Joker desde antes de que Tim Burton consiguiera su silla de director. Robin Williams intentó hacerse con el personaje pero, según el autor del libro Robin (a través de SlashFilm), lo terminaron usando como estrategia para tentar a Jack Nicholson haciéndole creer que otro actor de alto calibre iba a arrebatarle el personaje.

De esta manera, la estrella de El resplandor aceptó la oferta bajándose su salario standard de la época valorado en $10 millones a $6 millones pero, a cambio, pidió un porcentaje de las ganancias, incluyendo taquilla y merchandising. Según EW, se habría llenado sus cuentas bancarias con unos $50 millones. Nada más y nada menos.

Mel Gibson, Bill Murray, Charlie Sheen y Pierce Brosnan habían sido considerados para el personaje de Batman (Cinefantastique), sin embargo, Tim Burton ya había trabajado con Michael Keaton en Beetlejuice y lo eligió “por sus habilidades como actor”. Y así, mientras la curiosidad por ver al actor de Atrapado sin salida interpretando al emblemático villano aumentaba, Michael Keaton trabajaba para demostrar a los críticos que era la elección correcta.

La indirecta de Jack Nicholson

Michael Keaton se tomó muy en serio su trabajo y aunque el personaje de Batman no destaca precisamente por la fuerza física de Superman, sino por su inteligencia, elegancia y destreza (y una cuenta bancaria que le permite invertir en sus caros ‘juguetes’ para la luchar contra el mal), decidió que quería estar físicamente en forma.

“Estaba entrenando para estar realmente en forma”, recordó recientemente en una retrospectiva para la revista GQ. “Un día, Jack Nicholson pasó junto a mí. Habíamos comenzado el rodaje y yo estaba entrenando con un saco de boxeo y me dijo: '¿Qué estás haciendo?' Le dije: 'Estoy haciendo ejercicio'. Y él dijo: '¿Para qué estás haciendo eso?'”, añadió con tono de no estar nada impresionado.

“No tenía una respuesta para él y simplemente se fue”, dijo pero entonces se dio cuenta que, sin decírselo explícitamente, Jack Nicholson le había lanzado una indirecta que lo ayudó a reconducir el enfoque hacia lo más importante de su interpretación.

En ese momento, Michael Keaton se dio cuenta que estaba “abordando totalmente mal” al personaje, centrándose en la apariencia y lo físico (cuando su cuerpo está prácticamente todo el tiempo embutido en un traje), en lugar de aquello que realmente importaba. “Es mejor ser realmente pequeño, diminuto y delgado por dentro. Así puedes moverte, puedes respirar adentro [del traje]. No sé lo que estaba pensando, solo pensé: '¡Soy actor, voy a hacer todo esto!'”

Jack Nicholson supo con una apreciación fugaz que lo que Michael Keaton estaba haciendo no era el camino más importante hacia el personaje. En su experiencia como actor de método, supo con una sola mirada que lo importante de esa versión de Batman estaba por dentro. En poder moverse debajo del traje, en prestar atención a otros detalles, en crear a Bruce Wayne desde dentro hacia afuera y no al revés.

Un Batman para la historia

“Nunca pensé en Batman, siempre en Bruce Wayne”, explica Michael Keaton admitiendo que la soledad del personaje se percibe dentro del traje. Que una vez caracterizado, el resto surge.

A su vez, añade que querían retratarlo como “un tipo raro” y no como un superhéroe “cool”, recurriendo a momentos cómicos que fueron creando en el proceso, buscando y encontrando los rincones precisos para desarrollar al personaje desde la visión que Tim Burton tenía en mente. El resultado se percibió en los aplausos de la crítica y una recaudación mundial de $411 millones. El director y Keaton volvieron a ciudad Gótica en 1992 con Batman Regresa, sumando a Michelle Pfeiffer y Danny DeVito a la ecuación, retratando a dos villanos que se hicieron icónicos con ambos actores, Gatúbela y El Pingüino.

Aunque ambas producciones se convirtieron en clásicos con el paso del tiempo, en su momento, los beneficios de la segunda fueron menores, lo que llevó a Warner a tomar una decisión drástica: Batman seguiría adelante sin Tim Burton. Joel Schumacher tomó el mando, aportando una visión más light, comercial y cómica al espectáculo sombrío de Burton, haciendo que Michael Keaton decidiera no regresar, incluso cuando Warner le había ofrecido un salario de $15 millones.

De esta manera, cuando se reunió con Schumacher para hablar de Batman Eternamente decidió dejar atrás el personaje ante la huida del tono oscuro y triste, rasgos que consideraba claves en la construcción de Bruce Wayne y el desarrollo de Batman, como sugirió en el podcast Backstage en 2022.

“Recuerdo que una de las cosas que me hicieron abandonar fue decirle: ‘Oh, vaya, no puedo hacer esto’. Entonces me dijo: ‘No entiendo por qué todo tiene que ser tan oscuro y todo tan triste’, y yo le contesté: ‘Espera un momento, ¿sabes cómo llegó este tipo a ser Batman? Has leído… Quiero decir, es bastante simple'”, matizaba el actor que fue reemplazado por Val Kilmer.

Batman Eternamente fue un éxito de taquilla y recaudó 336,5 millones de dólares en todo el mundo, una cifra que superó con creces los 266,8 de Batman regresa. Sin embargo, fue destrozada por la crítica y el público no quedó muy convencido, lo que se notó cuando Schumacher volvió a ponerse a los mandos en Batman y Robin, cambiando al actor protagonista de nuevo. Ya saben con quien… Después de todo, George Clooney no se cansa de recordar lo mucho que detesta este capítulo de su vida.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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