La serie de Netflix para enamorarse profundamente sin espejismos hollywoodenses
'El tiempo que te doy' es una serie realista y emocionante que rompe con la ilusiones ficticias salidas de Hollywood
Una buena serie o película romántica puede transportarnos al universo de Cupido en cuestión de horas. Nos puede hacer reír o llorar, o las dos cosas al mismo tiempo. Sin embargo, la mayoría de las veces nos encontramos divagando entre idealismos, ilusiones y cuentos ficticios que disfrazan al amor de pomposidad hollywoodense. Digamos que Diario de una pasión, Un lugar llamado Notting Hill o Sintonía de amor son fuentes infalibles de mariposas estomacales porque parten de una ilusión romántica. De la exageración narrativa que pretende justamente provocar al romántico empedernido con cuentos de amor idílicos. En realidad, son pocas las historias que tienen la magia de inspirarnos porque son realistas. Porque nos hacen sentir representados en personajes tangibles, sus historias y las emociones románticas que comparten.
Fleabag, Normal People y Siempre el mismo día son algunos ejemplos. No obstante, existe una historia disponible en Netflix que pasa injustamente desapercibida entre la abundancia de series y películas que navega en el streaming. Pero es maravillosa.
El tiempo que te doy: una serie para sentir el amor real
El tiempo que te doy tiene 10 capítulos y se ve del tirón en poco más de dos horas (cada capítulo dura entre 12 y 13 minutos). Se trata de una serie española estrenada en 2021 que sigue siendo de mis apuestas más recomendables para San Valentín, y para cualquier día del año en donde el corazón tiene ganas de zambullirse en una buena historia de amor. De esas que nos hacen palpitar porque entendemos lo que están contando. No porque nos lleva por paraísos ficticios de la mano de personajes irreales, colorismo hollywoodense e idealismo superficial, sino porque nos sentimos representados. Porque conocemos las emociones que transmite de primera mano.
Y en este caso, por más que nos deje el corazón estrujado, El tiempo que te doy tiene la capacidad de conseguir algo mayor: dejarnos el corazón enamorado. ¿De los personajes? ¿De la historia? No, del amor sin más.
Así como Normal People o Fleabag lograron cautivarnos con su corta duración a golpe de risas, lágrimas y emociones, El tiempo que te doy consigue algo similar pero en español. La serie creada por su protagonista, la actriz Nadia de Santiago, divide los minutos de cada capítulo entre el pasado y presente, haciendo que el espectador se convierta en un pasajero más de esta travesía romántica.
El tiempo que te doy relata la historia de amor de Lina (Nadia de Santiago) y Nico (Álvaro Cervantes), haciéndonos partícipes de la experiencia de una pareja como otra cualquiera. Y lo consigue ensalzando la normalidad como hilo conductor. Por eso son tan representativos, por la cotidianidad que transmiten.
La serie recurre a planos de pareja que se apoyan en la conexión emocional entre ambos, en las miradas sospechosas, en los gestos de amor, romance, dolor, dudas o celos. Son sus actores los que transpiran todas esas emociones y las cámaras juegan con delicadeza a su alrededor, captando con total naturalidad momentos de la vida misma.
Pero lo que hace que El tiempo que te doy sea tan emocionalmente arrolladora, además de la química explosiva entre sus protagonistas, es su manera de ensalzar la belleza del amor como experiencia humana, destacando la importancia del amor propio en todo el proceso. A mimarse, quererse y dejar que el tiempo cure el dolor. O que, en algunos casos, ese amor propio nos permita autodescubrirnos mejor para, entonces, volver a darse otra oportunidad si ese amor es más fuerte que el paso del tiempo. Un mensaje que puede servir y ayudar a cualquiera que esté pasando por el mismo sufrimiento o lo haya pasado.
A mí me pasó. Yo sentí que un capítulo pasado de mi vida estaba reflejado en esos personajes y esta historia. Y si bien reconozco que probablemente de haberla visto durante aquel proceso de ruptura hubiera conseguido que me quedara el lagrimal seco de por vida, estoy segura de que me hubiera ayudado. Porque lo maravilloso de esta historia es el mensaje que engloba su narrativa: que al final, todo es cuestión de tiempo. Que no se trata de idealizar el amor o la reconciliación, sino de aprender que todo pasa, que todo tiene su momento. Que, al final, seguir adelante depende de uno mismo.
El tiempo que te doy es una de las series más bonitas, románticas y cautivadoras que conviven en la abundancia de las plataformas streaming. Y ese tiempo que le puedes dedicar, de unas dos horas, son el reflejo de que, al final, la longitud de una serie o película no es lo que en realidad importa. Sino cómo consiga tocarnos el corazón. Y esta nos lo deja estrujado y enamorado.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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