Yahoo Estilo ¿Una rinoplastia con 12 años? Qué dicen los médicos sobre la cirugía de la hija de la "barbie colombiana"
Esta historia comienza mucho antes de que la cantante y modelo colombiana Tatiana Murillo le obsequiara a su hija el dinero para que le practicaran una rinoplastia. Habría que decir que todo empieza desde el momento en que esta "influencer" que se hace llamar la Barbie colombiana decidió cambiar su rostro, su cuerpo y hasta su tono de piel.
Está muy bien. Cada quien tiene todo el derecho de hacer lo que sea necesario para sentirse a gusto consigo mismo. Pero esto también nos deja claras pistas sobre la importancia que se le da a la apariencia en una familia, por ejemplo, por lo cual no debería sorprendernos la decisión de regalar a su hija una operación para modificar su rostro.
No sorprende, pero no deja de llamar la atención que se tome una decisión que podría afectar el futuro de su hija por una sencilla razón: los huesos de una persona que está en la pubertad aún están en formación, con lo cual, el resultado de la operación que se haga alguien a sus 12 años de edad, probablemente se verá diferente a sus 18.
Los hechos
En agosto de 2021 Tatiana Murillo publicó un video en su cuenta de TikTok donde celebraban el doceavo cumpleaños de su hija Sofía. La niña abre una caja y sonríe sorprendida: dentro hay fajos de billetes y un cupcake con forma de Barbie que muestra una venda en la nariz sangrante.
Inmediatamente, la noticia se hizo viral. Llovieron críticas sobre la cantante, comentarios que hacían alusión a la mirada inquisidora de una señora que acompaña a la niña en el video, y también comentarios apoyando la idea del obsequio. Murillo, quien fue entrevistada en numerosos programas de farándula, aclaró que solo se trataba del dinero para hacerse la operación dentro de dos años siguientes, porque era la recomendación de sus médicos.
Pareció que, dentro de todo el escándalo, habían muestras de sensatez, al insistir en seguir las instrucciones de los especialistas. Adicionalmente, Murillo declaró en repetidas ocasiones que su hija tenía el tabique desviado, lo que le dificultaba la respiración y, sobre todo, sufría de bullying en la escuela, lo cual la hacía anhelar profundamente ese cambio.
Aunque todo parece indicar que no había nada descabellado en la propuesta, el argumento de la espera de los dos años se diluyó al cabo de ocho meses, porque finalmente Sofía Vélez Murillo, la hija de la Barbie Colombiana, fue operada hace pocos días para cambiar su nariz teniendo aún doce años de edad.
El veredicto de los médicos
Más allá de la polémica y las elucubraciones, toda reflexión debería sustentarse en hechos concretos y, por supuesto, en el conocimiento. La doctora Karolina Landaeta, especialista en medicina estética explica que realmente los huesos de la nariz están completamente desarrollados cuando cumplimos 18 años y es por eso que para la mayoría de los médicos recomiendan hacer operaciones a partir de esta edad.
"Sin embargo, hay que tener en cuenta que si se presenta dificultad para respirar, pacientes con cornetes muy cerrados o un problema de otorrinolaringología o patologías del área nasal sí pueden recurrir a la intervención. Lo que no se recomienda es hacer cirugías estéticas que pueden implicar procedimientos en huesos que todavía no están desarrollados".
"Un niño o niña de 12 años está en pleno crecimiento, aún no se han desarrollado los huesos de su nariz ni de su cara, por lo cual lo más recomendable es no operar hasta los 18 años por simple estética. Lo que sucede es que al momento de hacer esa cirugía no sabemos realmente cuánto más van a crecer esos huesos. Si es un problema anatómico lo comprendo, pero una intervención con fines estéticos lo más temprano que recomendaría son los 17 años", dice la experta.
Hoy en día se han hecho frecuentes las operaciones estéticas a los 15 o 16 años. De hecho, en muchos países de Latinoamérica, donde la belleza se considera un valor casi prioritario, este suele ser un regalo de quinceañeras, pero para Landaeta esta opción no es la más recomendable.
"Las redes sociales, el bullying, también influyen en la toma de estas decisiones, pero es necesario revisar la magnitud del problema, si es algo que está afectando profundamente al niño o a la niña, y si tiene la madurez para comprender el procedimiento y sus riesgos, antes de arriesgarnos a hacer una operación que se puede perder en el tiempo".
En este sentido, Healthy Children, organización de la Academia Americana de Pediatría, destaca que la rinoplastia es de las operaciones más comunes en adolescentes y pone el límite de edad, como muy temprano, los 14 años en niñas y los 15 en niños, que es cuando se ha alcanzado el 90% de crecimiento de la nariz. Además destaca que un buen candidato a una cirugía cosmética de este tipo es quien tiene claro que la apariencia de su nariz no influirá en su popularidad o cambiará su personalidad, sino quien tiene metas realistas como integrarse a sus pares.
Es necesario destacar la importancia del consentimiento de los padres que, se supone, deben tener el criterio adecuado para tomar la decisión adecuada para su hijo. En el caso de Murillo, al ser adepta a las cirugías plásticas -se ha practicado más de 12- podría suponerse que refleja en su hija lo mismo que a ella no le gustaba de sí misma, dice Landaeta, y agrega que "es posible que sienta que la niña difiere de lo que ella es, o que no se le parece a ella misma y probablemente le recuerda su aspecto antes de sus cirugías. Esto quiere decir que puede haber una condición psicológica que hay que revisar".
Adicionalmente, y mucho más importante porque sale de un contexto familiar, es la repercusión global que puede tener que una niña de 12 años hija de una "influencer" se haga una cirugía. Estos parámetros que ya son frágiles, siguen entonces fortaleciéndose con el discurso de que el éxito está sujeto a un aspecto físico específico y cuanto más joven se pliegue a estas normas estéticas, mejor.
Al respecto la doctora Landaeta alerta sobre los peligros emocionales que representa el hecho de que desde tan temprano las niñas estén pensando en que no son lo suficientemente bonitas, o que no encajan con un patrón específico. "Imaginemos que esto empiece desde edades más tempranas. Es que incluso en tratamientos para adultos, la edad importa. Por ejemplo para hacer bótox preventivo, yo exijo que el paciente tenga por lo menos 30 años, no antes".
Además, en cuanto a otras desventajas de la rinoplastia en adolescentes, un artículo del doctor Toni Arcas, médico especialista en cirugía oral y maxilofacial especifica otros puntos relacionados con la importancia de esperar.
"Los adolescentes pueden ser demasiado autocríticos en esta etapa de la vida. El desarrollo del cerebro y las hormonas hacen que los adolescentes sean propensos a tomar decisiones impulsivas, compararse con otros, querer ‘encajar’ y sentir que les falta de alguna manera. Esperar antes de hacer un gran cambio en la cara puede significar que la cirugía no es necesaria, porque es posible que pronto se sienta como realmente es".
Además, advierte que es posible que demasiado temprano un adolescente no vea que podría estar cambiando una característica de su rostro de la cual podría sentirse orgulloso en el futuro, pues lo que a cierta edad parece indeseable, puede resultar único e incluso un orgullo de la herencia étnica. Y coincide con lo mencionado por Landaeta: es posible que desee someterse a una nueva cirugía más adelante, cuando el hueso haya alcanzado su total desarrollo.
