Éxito a la vista: la indiferencia queda descartada en el caso de ‘La Sirenita’

Ninguna película tiene más motivos para ser un éxito en 2023 como La Sirenita. Digan lo que digan sus detractores. Por mucho que la polémica haya sido su sombra constante desde que anunciaran la elección de Halle Bailey y existan dudas válidas al tratarse de un remake en acción real embriagado por la nostalgia, hay razones suficientes para pronosticar una avalancha de espectadores llenando las salas de cine a partir del 26 de mayo.

Por ejemplo, a pocas semanas del estreno ya existen proyecciones que sugieren éxito. Deadline publicó que se estima una recaudación doméstica de $110 millones durante sus cuatro primeros días en la cartelera estadounidense (a raíz del fin de semana largo por el feriado del 29 de mayo). De conseguirlo, La Sirenita debutaría como uno de los mejores ocho estrenos en la historia de este fin de semana, y con una cifra similar a la que obtuvo Aladdín en 2019 ($116.8 millones). Nada mal.

Otros sitios especializados como Box Office Pro sugieren datos en torno a los $70 y $90 millones durante los tres días iniciales. Es decir, si sumamos el feriado, estaríamos en cifras similares. Mientras estiman un resultado final que se ubica entre los $253 y $305 millones. Y si bien es cierto que se trataría de una cifra menor a los más de $500 millones que recaudaron los remakes de El rey León y La Bella y la Bestia, no podemos olvidar que ambas producciones animadas fueron originalmente mucho más exitosas que La Sirenita de 1989. La relación público-nostalgia y el impacto generacional es completamente diferente. Además, a estos números les falta calcular la recaudación internacional que, por lo general en los remakes de Disney, suele duplicar lo recaudado en tierras estadounidenses. Si tenemos en cuestas estas proyecciones, podría tratarse de una cifra total de escándalo.

Es cierto que Disney no han desvelado cuánto le costó producirla, por lo que no podemos hablar de rentabilidad todavía, sino de las reacciones que sugieren la avalancha de espectadores que podrían llenar los cines en unos días. Evidentemente son solo pronósticos basados en cálculos de industria que pueden cumplirse, superarse o todo lo contrario. Por eso, analizando todos los factores que rodean a esta versión de la sirena enamorada, encontramos más motivos que señalan al éxito masivo.

Y uno de ellos me parece el más relevante: la curiosidad. Porque en el caso de La Sirenita es enorme y con todo tipo de intenciones.

Porque no les hablo únicamente de la curiosidad inocente que siente el público infantil o el entusiasmo generalizado entre niños negros que se verán representados en una princesa tradicionalmente blanca. No, también existe la curiosidad del adulto que querrá descubrir si Disney erró o acertó en el intento de emular o mejorar la historia original. También estamos los que queremos revivir la emoción del pasado con ese niño que llevamos dentro (como esta periodista que vio La Sirenita más de 20 veces en VHS). Pero también los curiosos que querrán verla solo para poder criticarla. Que querrán ver a Halle Bailey en acción solo para buscar excusas que revivan el argumento de que Ariel solo hay una, blanca y pelirroja. Ya sea por criticarla o alabarla, la curiosidad será uno de los motivos principales que llevarán a los espectadores hasta las salas. En este caso, y en mis 20 años de experiencia como periodista cinematográfica, no tengo dudas.

Después de todo, no es tan difícil llegar a esta conclusión. Por ejemplo, el tráiler oficial que estrenaron durante la pasada edición de los Oscar acumuló 108 millones de visualizaciones en 24 horas. Fue el tráiler más visto entre los remakes en acción real de Disney desde El rey León en 2019. En otras palabras, la curiosidad por ver qué se trae Disney entre manos fue masiva.

A su vez, cada revelación, avance fotográfico o tráiler ha sido fruto de conversación en Twitter en diversas ocasiones, convirtiendo al título en tendencia o a Halle Bailey como un nombre buscado en Google. Por otro lado, otro factor que nos habla de anticipación entusiasta es que la muñeca de Ariel diseñada con semejanza fiel a Halle Bailey, se convirtió en lo más vendido de Amazon en EE. UU. a un precio de $14,99 por muñeca. La demanda fue tan grande que a finales de abril habían agotado el stock (ahora está disponible de nuevo).

Tampoco podemos olvidar el factor infalible de la nostalgia que llevó a otros remakes de acción real como El Rey León, La Bella y la Bestia o Aladdín a superar los mil millones de dólares en la taquilla global. Mientras El libro de la selva se quedó cerca con $953 millones. Además, en el caso de La Sirenita nos encontramos en un momento de buenos augurios para la industria del cine. Porque mientras Hollywood se aprieta el cinturón ante la huelga de guionistas y los futuros proyectos entran en pausa, también hay varios estudios frotándose las manos ante el nivel de anticipación que produce el calendario de estrenos. Guardianes de la Galaxia Vol. 3, Rápidos y furiosos X, Flash, Indiana Jones y el Dial del Destino, Misión: Imposible Sentencia Mortal - Parte Uno, Barbie y Oppenheimer son los títulos que inundarán la cartelera en los próximos meses y que tienen a los cinéfilos ansiosos por el repertorio con sabor a blockbuster que nos espera. Y La Sirenita también forma parte del paquete.

Como reflexión final, les dejo esta pregunta: ¿se dan cuenta que este remake lleva cuatro años generando conversación? En mi opinión, tiempo suficiente para que la simple idea de su existencia eche raíces en el imaginario colectivo. Desde que Disney anunció la elección de una actriz negra para el papel de Ariel en julio de 2019, La Sirenita no desapareció del horizonte cultural. Ya sea por las reacciones a favor o en contra, los comentarios racistas esparcidos por redes sociales o el poder del cariño que varias generaciones tenemos a la película animada, no ha dejado de estar presente.

Por eso, en este caso no creo que la opinión oficial de la crítica vaya a tener gran relevancia en la decisión del público. La curiosidad para poder criticarla, saciar la sed nostálgica o simplemente poder entrar en la conversación global, será suficiente para llenar las salas. El público tendrá la última palabra pero, sin dudas, la indiferencia queda descartada.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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