Hollywood se estrelló en 2023 contra su propio afán de buscar éxito, cueste lo que cueste
La meca del cine apostó con presupuestos estratosféricos pero el riesgo no dio el resultado esperado
Hollywood se arriesgó a lo grande en 2023. Entre los proyectos que estaban en desarrollo cuando nos paralizó la pandemia y la urgencia por recuperar el tiempo perdido en la taquilla global, la meca del cine fue a por todas. Lo hizo a través de superproducciones costosas que repitieron una fórmula que les venía saliendo redonda gracias al consumo fiel del público por la moda del cine de superhéroes, las películas de Pixar, los remakes de Disney, el renacer de Stars Wars o el regreso de Avatar o Top Gun. Sin embargo, las tendencias de consumo están cambiando y ese afán por buscar el liderazgo a través de presupuestos estratosféricos les terminó pasando factura.
Y así… Hollywood encara el nuevo año teniendo que evaluar su nueva realidad.
Disney ya se lo está planteando. Según dijo su CEO, Bob Iger, recientemente, no dejarán de hacer secuelas pero solo “darán luz verde” a aquellas que “merezcan la pena ser contadas”. Sin embargo, aunque parezca que el estudio del ratón Mickey ha sido el más afectado a raíz de los resultados de algunas películas de Marvel, Pixar y Disney Animation, no son los únicos. En realidad, si observamos el listado de las diez películas más taquilleras de 2023 confeccionado por Box Office Mojo, unas cuantas están consideradas como ‘decepciones’ económicas. Y no todas pertenecen a Disney.
‘Decepción de taquilla’ es una frase que encontramos con frecuencia en las noticias semanales dedicadas a los resultados de taquilla a lo largo del año que termina. Y es que muchas producciones que contaron con presupuestos pasmosos, terminaron cerrando su periplo cinematográfico sin ser rentables o con números que estaban lejos de las expectativas a las que Hollywood estaba acostumbrado hasta el año pasado.
Curiosamente, las películas que ocupan el podio fueron de las menos costosas cuando las comparamos con el resto pero, en cambio, demuestran la sed por historias nuevas y frescas del público. Barbie concluye 2023 siendo la producción más taquillera del año a través de una recaudación monstruosa de 1.441 millones de dólares cuando habría costado entre 128 y 145 millones en producirse, según New York Times. Unos resultados que en 2019 obtuvo Disney por cuadriplicado cuando lideró el mismo podio con Avengers: Endgame y sus 2.799 millones, El rey León con 1.663 millones y Frozen II con 1.453 millones. Y que volvió a mantener en 2022 con Avatar: El camino del agua gracias a los increíbles 2.320 millones cosechados en el box office mundial (no incluyo los datos de 2020-2021 porque no sirven de reflejo para este análisis al tratarse de resultados afectados por la crisis de la pandemia de Covid-19).
Super Mario Bros: La película le pisó los talones a la muñeca que pintó el mundo de color rosa en 2023 con una recaudación de 1.361 millones de dólares a partir de un presupuesto inferior de 100 millones (según Variety). Oppenheimer quedó tercera con 950 millones tras haber costado también 100 millones (The Hollywood Reporter). En otras palabras, dos exitazos de la rentabilidad cinematográfica que habrán hecho saltar de alegría a los ejecutivos de Universal Pictures a lo largo de 2023.
Pero entonces, a partir del cuarto puesto, entramos en el difícil análisis de cuestionar los gastos de Hollywood y una tendencia que está pasando de moda. Guardianes de la Galaxia Vol. 3 fue el mayor éxito de Marvel este año a partir de una recaudación de 845.5 millones de dólares. Sobre el papel parecen números maravillosos. Sin embargo, debemos tener en cuenta un factor importante, y es que para que una película se considere un éxito, generalmente debe recaudar al menos 2,5 veces su presupuesto. En el caso de la tercera película de los aventureros del espacio de Marvel, contó con un presupuesto de 250 millones (Variety), lo que hace que las ganancias del estudio, en teoría, no hayan sido tan estratosféricas como las que consiguieron en años anteriores con la saga de Avengers o Black Panther.
A los guardianes le sigue Rápidos y furiosos X, que llegó a los cines siendo la octava película más cara de la historia, tras haber contado con un presupuesto de 340 millones (Screen Rant). Recaudó un total de 704 millones cuando, según publicó The Wrap, necesitaba entre 800-850 millones para ser rentable. Variety aseguró más tarde que, según fuentes familiares con las finanzas del filme, habría dado una ganancia modesta. No obstante, estamos hablando de una de las sagas más populares y exitosas del cine moderno. Una rentabilidad “modesta” no es particularmente lo que un estudio espera cuando arriesga un presupuesto tan abultado. Pero la saga de la velocidad al volante no pudo contra las tendencias y cambios de interés tras haber llevado su ambición hasta límites económicamente históricos después de la pandemia.
Spider-Man: A través del Spider-Verso salió airosa con 690.5 millones recaudados y un presupuesto de 150 millones (Vulture). Nada mal. Sin embargo, a continuación entran los datos que vuelven a poner a Hollywood en una complicada tesitura. El siguiente título es La Sirenita, ese remake que tanta conversación generó en el universo de las redes sociales, enfrentando el racismo por la elección de Halle Bailey en el papel de Ariel, el rechazo a la modernización del clásico animado y el placer gustoso de quienes la disfrutamos en cines.
Disney se tuvo que conformar con una recaudación de 569.6 millones cuando había gastado la friolera suma de 240 millones en producirla (Forbes). Una barbaridad y el resultado se quedó en una nube gris donde entran las dudas de fracaso pero, sobre todo, donde queda en evidencia que ni la curiosidad más crítica pudo mover las mismas montañas que elevaron a los remakes anteriores al éxito, como Maléfica, El libro de la selva, La bella y la bestia, Aladdín o El rey león. Los resultados decepcionantes de La Sirenita, Dumbo y Mulán dejaron claro que la obsesión por los remakes de los clásicos de Disney depende de muchos factores, dejando al siguiente -el de Blancanieves- en una posición complicada (sobre todo cuando sumamos las críticas por la elección de una actriz de ascendencia latinoamericana y el supuesto cambio físico de los enanitos).
Lo de Misión: Imposible Sentencia Mortal – Parte Uno es un ejemplo de lo imposible que hubiera sido su resultado en años anteriores. La séptima película de la saga protagonizada por Tom Cruise recaudó 567 millones, coronándose como el resultado más bajo desde la tercera y cuando fue la más cara de todas a partir de un presupuesto de 290 millones (Screen Rant). Es cierto que fue una producción que no lo tuvo fácil al seguir rodando en medio de la pandemia, retrasando y aumentando su presupuesto. Sin embargo, que ni siquiera las nuevas locuras extremas del actor y su afán por contagiar adrenalina con sus secuencias de acción hayan convocado al público mucho más, supone un golpe duro. Fue, sin dudas, una de las decepciones de la taquilla de 2023 cuando Tom Cruise venía de hacer historia un año atrás con Top Gun: Maverick y sus 1.495 millones cosechados. Un hito histórico que hasta Steven Spielberg le agradeció por salvar a la industria en plena resurrección pandémica. Pero la historia no se repitió. Tom y aquellos que confiaron en su potencial tomaron el riesgo, apostaron más de lo habitual y el resultado no dio los mismos frutos del pasado.
¿Qué fue lo que pasó? En el caso de Misión Imposible 7 habrían influido varios factores: le tocó competir en salas con el fenómeno de Barbenheimer, mientras que la espera que incita la disponibilidad futura en el streaming y los cambios de consumo entre espectadores desde el arraigo hogareño de las plataformas durante la pandemia, podrían haber tenido algo que ver también. Aunque tampoco podemos descartar el tedio que muchos espectadores sienten después del bombardeo de remakes y secuelas que Hollywood ha producido en los últimos años. Como apuntaba al principio, el éxito de las tres películas más taquilleras de 2023 lo demuestran. El público está pidiendo cosas nuevas. Originalidad.
Al final encontramos a Elemental de Pixar, que si bien está considerada como un ‘éxito durmiente’ al haberse mantenido en cartelera contra viento y marea, concluyendo su aventura en salas con 495 millones, no podemos olvidar que también costó 200 millones (The Wrap). Al igual que Ant-Man and the Wasp: Quantumania, que costó lo mismo -según Variety más otros 100 millones en marketing- y se quedó en fracaso con 476 millones recaudados.
Evidentemente, cuando observamos al año que termina, encontramos otras ‘decepciones’ que dejan un agujero preocupante en la historia moderna del cine. Por ejemplo, Indiana Jones y el dial del destino con un personaje que carga dosis gigantescas de nostalgia y protagonizó uno de los fracasos más sonados del año cuando era la última película de Harrison Ford en el personaje. Recaudó 383 millones, una cifra que no debería decepcionar a nadie pero que fue insólitamente baja para los 300 millones que se gastó Disney y Lucasfilm en producirla (según publicó Deadline). Una barbaridad que demuestra la confianza de los estudios en la marca.
A Indy se suma también The Flash, que después de los retrasos, los cambios que prepara DC para renovar su saga de superhéroes y las polémicas en torno a su protagonista, Ezra Miller, se quedó en unos 270 millones cuando se gastaron uno 220 millones en hacerla (CBC). Sin olvidar a Los asesinos de la luna que con todo su potencial como obra maestra se quedó en 154 millones en la taquilla cuando costó 200 millones (Indiewire). O el palo radical que ha sido The Marvels con 197 millones recaudados hasta el momento contra un presupuesto de 270 millones (Forbes), siendo el mayor fracaso de taquilla del UCM (Universo Cinematográfico de Marvel) tras llevar más de una década arrasando con el género.
En resumen, Hollywood apostó por estrenar superproducciones con presupuestos que superaron los 200 y 300 millones de dólares en 2023. Algo que venía siendo habitual en años anteriores pero que, este año, terminó dándose la vuelta en contra del negocio. Y es que con este tipo de inversiones necesitan la respuesta masiva del público con recaudaciones que tripliquen lo apostado. Es decir, películas que consigan ganancias que las posicionen entre lo más taquillero del año.
Sin embargo, este afán por el liderazgo económico, por producir películas que hagan historia en el box office, que abarquen interés y llenen salas a mansalva, terminó dejando a varios estudios en situaciones estresantes, con pérdidas y muchas dudas en el aire. Y todo por haber querido ser los reyes del mambo con mega producciones que los hagan líderes. Pero el público tuvo la última palabra a través de los cambios de consumo, el éxito del streaming, el cansancio por las secuelas, las sagas eternas y los remakes, vaciando su bolsillo cuando realmente quiso. Hollywood tiene mucho que analizar a la hora de diseñar su ‘vision board’ para 2024 y los próximos años.
Todas las cifras están detallas en dólares y fueron consultadas en Box Office Mojo.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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