De ‘Juego de tronos’ a Hollywood: la réplica de Daenerys sigue los pasos de Emilia Clarke (aunque esperemos que con más acierto)

Juego de Tronos fue una plataforma perfecta para que muchos de sus actores se abrieran camino en Hollywood. Porque no vamos a negar que el éxito de la serie épica de HBO ayudó a que la meca del cine prestara atención a Emilia Clarke, Kit Harington, Peter Dinklage o Jason Momoa. Actores que pasaron de ser prácticamente desconocidos antes del furor de los dragones y las intrigas palaciegas a recibir blockbusteres en bandeja.

Curiosamente ese legado continúa en la figura de Milly Alcock, la estrella de La casa del dragón -la serie-precuela estrenada en 2022 donde servía como una especie de réplica para la figura de Daenerys Targaryen- que ahora se planta en Hollywood como la nueva Supergirl (también conocida por el público latinoamericano como Superchica). Sin embargo, existe una advertencia que debe tener en cuenta para ir con pies de plomo y que quedó reflejada en la primera experiencia hollywoodense de su antecesora, Emilia Clarke.

El fichaje que le debe a ‘La casa del dragón’

Milly Alcock es una actriz australiana de 23 años que comenzó su carrera siendo adolescente en su país natal, abriéndose camino en cine y televisión pero lejos de los grandes éxitos internacionales. Hasta que la precuela de Juego de Tronos la colocó en el radar mundial.

Su papel, la princesa Rhaenyra Targaryen, era un ancestro del rol que interpretó Emilia Clarke en la serie original, compartiendo el denominador común de ser mujeres en lucha constante por el lugar que les pertenece en el Trono de Hierro, cada una con sus propias estrategias, intrigas y sed de conquista, pero compartiendo similitudes que iban desde su personalidad luchadora y guerrera a la apariencia física. Esto hizo que Milly Alcock viviera las inevitables comparaciones con su antecesora y, afortunadamente, salió airosa.

Su trabajo como princesa rebelde, de miradas letales que provocaban y transmitían emociones de todo tipo -desde su rabia, lujuria o curiosidad- la ayudaron a asentarse cómodamente entre los fans, consiguiendo que la extrañemos cuando, a mitad de temporada, fue reemplazada por Emma D’Arcy en la versión más adulta del personaje.

Y ahora resulta que, como pasó con algunos actores de Juego de Tronos, no solo el público estaba prestando atención. También lo estaba haciendo Hollywood. James Gunn, el director de la trilogía de Guardianes de la Galaxia y nuevo co-CEO de DC Studios, la vio en la serie y supo que podía ser la candidata perfecta para interpretar la película de Supergirl. “Milly fue la PRIMERA persona que mencioné a Peter (Saffran, el otro CEO) para este papel, hace más de un año, cuando solo había leído los comics. Estaba mirando La casa del dragón y pensé que podía tener la ventaja, la gracia y la autenticidad que necesitábamos”, escribió en Threads al anunciarse su fichaje de forma oficial.

Milly Alcock luchó por el papel contra Meg Donnelly, quien tenía la ventaja de haber prestado su voz al personaje en varias películas animadas. Según publica Variety, las hicieron probarse el traje de Supergirl y las botas, dándole el papel finalmente a la estrella de La casa del dragón en un blockbuster que formará parte del renacer de la saga de superhéroes de DC en cines y que se espera que sea una versión más atrevida del personaje. En esta historia, Supergirl viajará por la galaxia para celebrar su cumpleaños 21 con su perro Krypto cuando conoce a una joven que la lleva por una aventura letal de venganza.

El ejemplo de Emilia Clarke para que vaya con pies de plomo

El cine de superhéroes no está pasando por su mejor racha. El agotamiento provocado por la expansión de los universos de Marvel y DC en el streaming, la creación de multiversos y la ramificación de historias que nos obligan a seguir la saga sin perderse de nada, terminó derivando en un desinterés que repercutió en la taquilla más reciente. Black Adam, Ant-Man and The Wasp: Quantumania, The Marvels, The Flash y ¡Shazam! La furia de los dioses demostraron que el género ya no disfruta de la incondicionalidad del público. Que es hora de refrescar, renovar y reconstruir. Y mientras Marvel trabaja en las nuevas apuestas de su universo, DC hace lo suyo con un reinicio completo de la mano de un nuevo Superman y, ahora, Supergirl.

Y aquí surge la comparación casual con el mismo paso que dio Emilia Clarke cuando estaba en la cima de Juego de Tronos. No fue con el cine de superhéroes (donde llegó más tarde en la serie de Invasión secreta), sino con otro reinicio de una saga de éxito. Les hablo de la vez que intentó reemplazar a Sarah Connor en la sexta película de Terminator: la decisión fue tan desacertada que ella misma se terminó sintiendo aliviada del fracaso porque significaba que no tenía que hacer secuelas.

Terminator Génesis (2015) fue destrozada por la crítica (con un desaprobado del 26% en Rotten Tomatoes) y fue una producción tan malograda que la propia Emilia admitió más tarde a Vanity Fair que “nadie lo pasó bien” haciéndola. Recordaba que había sido tan mala que la voz se corrió hasta el set de la igualmente caótica película de Los cuatro fantásticos donde el equipo técnico se burló del asunto llevando chaquetas que decían “al menos no estamos en Terminator”.

Sin dudas, el ejemplo de Emilia Clarke con su debut en Hollywood sirve de enseñanza para el salto que está dando la actriz que tomó su lugar en la continuación televisiva del éxito de Juego de Tronos. O más bien sirve de advertencia a la hora de estudiar muy bien el proyecto, valorando si se trata de una apuesta que va a ayudarla a crecer como actriz o a convertirse en una mancha en el camino como fue Terminator Génesis para Emilia.

Por un lado, tiene en su contra el hecho de que el cine de superhéroes está de capa caída y que todavía no tenemos suficiente información sobre la saga que está creando James Gunn. Si será lo suficientemente original y arrolladora como para romper la mala racha o no. A su vez, tampoco ayuda que Sony esté haciendo lo suyo con la expansión del universo de Spider-Man y su próxima película esté sumida en las dudas por las declaraciones de su protagonista. Y es que Dakota Johnson despidió a su agencia representante tras el lanzamiento del tráiler de Madame Web y el asunto se convirtió en una sombra gris en redes porque la misma actriz dijo a Entertainment Weekly que, como nunca había rodado una película sobre pantalla azul, no tiene ni idea de cómo será el resultado.

“En realidad, nunca hice una película en la que estás en una pantalla azul, hay explosiones falsas y alguien dice: ¡Explosión! y actúas como si hubiera una explosión”, explicaba. “Eso para mí fue absolutamente psicótico. Pensé: ¡No sé si esto va a ser bueno en absoluto! ¡Espero haber hecho un buen trabajo!”

Por otro lado, Milly Alcock tiene a su favor la ventaja de estar frente a un lienzo nuevo. Una saga que arranca desde cero. Primero con Superman: Legacy prevista para julio de 2025 con David Corenswet, Rachel Brosnahan y Nicholas Hoult despejando el camino para Milly como los nuevos Superman, Lois Lane y Lex Luthor. Además, puede aliviarse observando a Emilia Clarke de nuevo quien pudo recomponerse del desastre robótico con éxitos de taquilla como Yo antes de ti y Last Christmas.

De momento nadie sabe qué le depara a la nueva Supergirl pero, sin dudas, al repetir el camino de Emilia Clarke con su propio reinicio de una saga con aires de blockbuster, podría ayudarle prestar atención al error de su antecesora pero, también, a cómo salió airosa si le pasa lo mismo.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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