El lamento de Phoebe Dynevor a pesar de su éxito en Netflix
La actriz de 28 años habrá arrasado con 'Los Bridgerton' y 'Juego sucio' pero no significa que le lluevan ofertas
Viendo el éxito de Phoebe Dynevor en los últimos años en Netflix cualquiera creería que tiene a Hollywood a sus pies. No solo fue un eslabón esencial en el auge de Los Bridgerton a través de su romance tórrido en la primera temporada, sino que también le dio a la plataforma otro fenómeno mundial con Juego sucio, el thriller de la era #MeToo donde desplegó un arsenal diferente de su talento. El éxito de ambas producciones no dejó a nadie indiferente por lo que resulta fácil imaginarla en una etapa selectiva, apilando ofertas y guiones por parte de productores que quieren aprovechar su buena relación con el público. Sin embargo, no sería más que un espejismo. Un reflejo distorsionado de la realidad bajo la bruma de la popularidad del streaming.
Porque Phoebe Dynevor no lo está teniendo tan fácil como creeríamos. En realidad, la actriz de 28 años se lamenta de la falta de papeles disponibles para actrices de su edad, explicando que hay personajes grandiosos para actores masculinos y actrices mayores. Pero muy poco para su generación.
“He leído algunos guiones grandiosos recientemente”, dijo a London Evening Standard. “Probablemente no debería decirlo pero todavía no hay tantos papeles buenos disponibles. Hay tanto espacio para actores masculinos… Hay tantos de ellos. Y son todos geniales. Todos son hombres jóvenes muy talentosos y no dejan de trabajar. Y bien por ellos”.
Sin embargo, la actriz británica lamenta que no suceda lo mismo con aspirantes femeninas. Que todavía siga existiendo una inclinación evidente hacia el liderazgo de los roles protagonistas masculinos en la industria. “Pero ya sabes, cuando pienso en las chicas de mi edad... hay mucho más espacio para [los actores masculinos] y todavía no hay suficiente espacio para nosotras”, reveló. De todos modos, Phoebe aclara que existe una nueva tendencia renovada hacia la inclusión de “buenos” personajes para “mujeres mayores”, algo de lo que se alegra profundamente, pero lamenta que “haya mucho para hombres jóvenes y no tanto para las actrices que conozco de mi edad”.
El lamento de Phoebe que tiene sentido
El movimiento #MeToo aireó muchos de los problemas misóginos que se habían enquistado en Hollywood, logrando cambios en los últimos años que derivó en la inclusión de más mujeres en los departamentos técnicos, personajes más profundos para actrices y la diversificación de géneros. Fue en esta etapa que llegó el boom del gender-swap (cambio de género en los roles), como fue el caso de Ocean’s 8: Las estafadoras, Cazafantasmas o Maestras del engaño (un remake femenino de Dos pícaros sinvergüenzas). También llegó la ampliación de roles escuchando, por fin, el reclamo de actrices que, una vez pasados los 40, vieron cómo sus carreras se estancaban. Michelle Yeoh, Jamie Lee Curtis, Naomi Watts, Nicole Kidman o Gillian Anderson pudieron disfrutar de esta apertura de mente ganando premios Oscar (Todo en todas partes al mismo tiempo) e interpretando personajes realmente interesantes que rompieron con las cadenas de los estereotipos marcados por el edadismo para dar lugar a buenas historias (Feud, Expats, Sex education).
Sin embargo, en este proceso de cambio se habrían olvidado de la diversidad de papeles y oportunidades para las actrices jóvenes. Quizás por eso seguimos viendo la dominación de figuras recurrentes como Emma Stone, Margot Robbie, Jennifer Lawrence, Sydney Sweeney o Shailene Woodley en las producciones más potentes de Hollywood. Es cierto que son talentosas pero me pregunto si justamente la falta de papeles interesantes para sería un factor de la continuada presencia de todas ellas.
Phoebe asegura que “le gustaría crear el material que falta” y, por eso, se está planteando pasarse a la producción. Dice que es “un sueño” para ella y que no sabe cuándo podrá hacerlo pero, sin dudas, es una de las estrategias más frecuentes entre muchos artistas. Lo hizo Brad Pitt cuando quiso renovar su carrera tras su disgusto con Troya, Margot Robbie lo lleva haciendo desde hace varios años, abriéndose camino en Hollywood precisamente por esta vía desde que apostara, produjera y protagonizara Yo, Tonya (y consiguió su primera nominación al Oscar). Reese Witherspoon (produjo Big Little Lies, The Morning show), Drew Barrymore (produce todo lo que hace desde 1995), Elizabeth Banks (Notas perfectas), Charlize Theron (Atómica, Mindhunter), Jennifer Love Hewitt (Almas perdidas), son otros ejemplos.
El éxito de Netflix: el espejismo del momento
En definitiva, triunfar en Netflix no es sinónimo de éxito asegurado. La fugacidad que tienen sus fenómenos más destacados es uno de los grandes hándicaps del formato, al bañar de popularidad una producción y actor/actriz de turno para ser reemplazados en cuestión de días por el estreno siguiente. Lo dijo recientemente el actor de La maldición de Hill House, Oliver Jackson-Cohen, dejando entrever que la fama efímera tiene sus consecuencias. Y tal vez sin quererlo, Phoebe Dyvenor se erige como otro ejemplo.
Porque estamos hablando de una actriz que formó parte de la resurrección de las historias de época con Los Bridgerton, que conquistó con su interpretación caprichosa y pasional como Daphne, la joven que busca marido en la Inglaterra de la Regencia y conquista al soltero empedernido interpretado por Regé-Jean Page. Pero también de una actriz que le dio a Netflix uno de sus (pocos) exitazos de crítica y público con Juego sucio. El filme que juega entre thriller y comentario social sobre el machismo y la misoginia en el mundo corporativo y las relaciones, fue unas de las grandes sorpresas del Festival de Sundance en 2023 donde Netflix desembolsó $20 millones para llevárselo a casa. Y no se equivocaron porque estuvo tres semanas en el Top 10 de lo más popular de la plataforma.
Sin embargo, en medio del éxito, Phoebe Dybenor sigue buscando trabajo. No volverá a la tercera temporada de Los Bridgerton que se estrena el próximo 16 de mayo, aunque aseguró hace unos meses que “potencialmente” regrese “en un futuro”. Pero, de momento, decidió apartarse como hizo su compañero Regé-Jean Page dado que cada temporada se centra en el romance de una nueva pareja y el suyo ya fue contado. Sus próximos papeles cinematográficos incluyen los títulos The Inheritance y Anniversary, mientras que el año pasado participó en el proceso de casting para el papel de Lois Lane en Superman: Legacy. Aunque por mucho que deseaba el trabajo, terminó en manos de Rachel Brosnahan.
Al final, por mucho éxito que un actor tenga en Netflix, no significa que tenga el camino asegurado en Hollywood. El negocio se sigue adaptando a las nuevas tendencias sociales y culturales y parece que en el camino se habrían olvidado de potenciar la figura femenina joven con el mismo hincapié que ponen para los hombres y mujeres mayores. El problema es que la consecuencia la paga el público y esas artistas emergentes que buscan su lugar en la industria.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO
Jennifer Lopez tuvo miedo de mostrar su 'lado vulnerable' en su nuevo álbum
Gwyneth Paltrow y Winona Ryder: una amistad rota bajo la sombra de una traición
Halle Bailey hace sombra al descalabro de 'La sirenita' salvando una película
Gary Coleman y la batalla que añadió la última gota a su trágica historia